Educación a la mexicana
Por Nancy Ortiz
Cuando
egresé de la normal, la secretaria de educación me dio una hoja de presentación
para que fuera a una comunidad apartada a fundar una escuela. Me dijeron que
tenía 3 días para presentarme en el lugar, hablar con la gente de la comunidad
y comenzar a dar clases. Como fuera y donde fuera. Sin más recursos que una
hoja de papel.
Eso que hoy cuento como una anécdota
hasta graciosa es la realidad de miles de docentes en todo México. Docentes que
trabajan en escuelas sin energía eléctrica, agua, sistema de drenaje,
mobiliario, aulas, material, teléfono o internet. En lugares apartados,
inaccesibles y casi incomunicados. También es bien sabido que los docentes de
nivel básico en México son de los peores pagados de los países que integran la
OCDE, muchos tienen dobles jornadas u otros trabajos para sobrevivir.
La realidad del sistema educativo
mexicano es múltiple, variada y compleja. El “nuevo modelo educativo” que nos
heredó Aurelio Nuño y Enrique Peña Nieto y que se pretende implementar en el
ciclo escolar 2017-2018 (sí, en los últimos 6 meses del sexenio de Enrique
Peña) no refleja y parece que ni siquiera considera la realidad que viven miles
de docentes y escuelas en todo el país. Los libros de texto no sólo tienen
errores de dedo, sino que los programas de educación básica tienen graves
errores de estructura, lógica y conceptuales. La propuesta sobre “autonomía
curricular” está diseñada, evidentemente, por gente que desconoce el
funcionamiento y realidad de las escuelas. A los docentes nos toca la tarea de
interpretar e implementar lo que nos quisieron decir.
La reforma educativa del sexenio de
Peña Nieto consistía, principalmente, en “regular” laboralmente a los docentes.
Anunciaron la evaluación docente como la panacea para reformar verdaderamente la
educación y lo único que revolucionaron fue la manera de generar más caos. La
reforma educativa es y fue un fracaso de principio a fin, no sólo por lesionar
los derechos de los trabajadores sino por la incapacidad de construir un plan
de estudios que respondiera verdaderamente a las necesidades más apremiantes en
nuestro país.
En México (según cifras oficiales) hay
casi 5 millones de personas de más de 15 años sin alfabetización, hay miles de
infantes sin ir a la escuelas, hay escuelas con muchas carencias materiales y
hay docentes viviendo con precariedad. Una verdadera reforma educativa tendría
que estar enfocada a responder a las necesidades que el país y las sociedades
demanden, pero también a resolver las necesidades propias del sistema educativo
y de las personas que lo integran.
Uno de los grandes errores de la
sociedad en México es el poco valor que se le da a las bases pedagógicas, se
cree que cualquier persona que tiene un título universitario o un posgrado es
capaz de dar clases. Eso es mucho más frecuente en los niveles medios y
superiores. La mayoría de docentes, doctores, maestros y licenciados carecen de
bases pedagógicas y así dan clases. Lo mismo pasa con el funcionariado en las
secretarias de educación. Se cree que cualquier persona sin necesidad de ser
docente (con una formación pedagógica y profesional sólida) puede estar al
frente del sistema educativo. En parte, ese es uno de los principales problemas
del fracaso de los programas escolares. La falta de conocimiento de la realidad
del sistema educativo en México en los diferentes niveles y en los contextos en
los que se desenvuelve.
Hemos tenido un funcionariado en las
secretarias de educación pública tan alejados de la realidad social, que los
docente hemos tenido más de 100 programas y actividades alternas al programa
educativo en 200 días de clases ¿En qué momento pretenden que los docentes
implementen todo eso? ¿El funcionariado conoce la realidad de las escuelas o
implementa planes y programas que en la teoría parecen ideales pero en la
realidad concreta son difíciles de implementar?
El “nuevo modelo” no se quedó atrás,
propone la implementación (obligatoria) de “clubes” sin consideran los
elementos básicos para la organización y su implementación. Es una propuesta donde se nota ausencia de
conocimiento del funcionamiento de las escuelas y de los diferentes niveles
educativos.
El
nuevo gobierno tiene el gran reto de resolver no sólo lo básico y elemental
para que el sistema educativo funcione adecuadamente, sino que además responda
a las necesidades que como nación requerimos para ser un mejor país. Ser
catedrático universitario, tener posgrados o pertenecer a la academia no son
cartas suficientes para el diseño de los planes y programas educativos. Se
requiere conocer a profundidad el funcionamiento de las escuelas, las
realidades donde estas se desenvuelven y
los diferentes niveles educativos, así como escuchar las diferentes
voces de quienes integran a la comunidad escolar.
twitter: @nancyortiz_
twitter: @nancyortiz_
Texto Original publicado en http://homozapping.com.mx/2018/08/educacion-a-la-mexicana-mas-caos-con-la-reforma-de-pena-y-nuno/