domingo, 17 de julio de 2011

ARTÍCULO: Sobre Vulnerabilidad Política y Social en Veracruz

Veracruz sin Tlatoani
Por José Luis Blanco 

Diversas vulnerabilidades quedan a flote con la entrada de la época de ciclones: la falta de cuerpo y estructura para la seguridad que sigue reconstituyéndose y perdiendo credibilidad en Veracruz.

La vulnerabilidad política y social en Veracruz se agrava con la llegada de la temporada de ciclones, Veracruz se enfrenta a una falta de estructura y de credibilidad de su seguridad pública que se recrudece con la renuncia del General López Esquer y que da lugar a toda una serie de de hipótesis sobre las causas reales de su renuncia. El Gobernador Javier Duarte de Ochoa le dio una despedida digna con amplio reconocimiento. Pero la situación de seguridad nunca había estado tan vulnerada en el Estado, donde se pone en tela de juicio la pretendida imagen de paz que sus jefes de prensa han buscado dar a los medios con la forma de dar las noticias, mandándolas a interiores y con lenguajes más moderado. Pero tal parece que Veracruz se ha quedado sin seguridad, sin jefes y sin policías.

Es bastante serio y muy delicado que esta renuncia se da a unos días de una fallida emboscada en contra del ex jefe policiaco en Veracruz, el general retirado Sergio López Esquer. Regina Martínez escribió para Proceso que el día 29 de junio del presente se registró un ataque fallido en contra del titular de la Secretaría de Seguridad Pública estatal, Sergio López Esquer, y sus escoltas en la congregación de Villarín, cerca del aeropuerto Heriberto Jara Corona de Veracruz, donde el general fue llevado para viajar a la ciudad de México. El atentado fue perpetrado por un grupo de delincuentes armados que tuvieron la osadía de atacar la camioneta y a las guardias del mismo jefe del orden en Veracruz en la carretera, mientras otro grupo se dirigió a su vivienda en el Conchal. La Marina intervino en su defensa. Parece que fue un aviso muy directo, pero no sabemos de quién; no sabemos de cuál de los tres carteles que operan en Veracruz y que se disputan la plaza en el estado. El punto: el general López Esquer renunció.

En su lugar fue nombrado como nuevo encargado de la SSP del Estado, al Licenciado Arturo Bermúdez Zurita, ex miembro del Estado Mayor Presidencial y que llegó al Veracruz durante el sexenio del licenciado Miguel Alemán Velasco (1998-2004). Entre otros puestos, desde la campaña a gobernador 2010, ha sido el responsable de la seguridad personal de Javier Duarte y su familia. Ahora será responsable de la seguridad pública del Estado, que todavía no tiene ni la plana de policías completa, así como una serie de problemas de credibilidad. En lo que se refiere a la plana completa, el lic. Jorge Uscanga Escobar, secretario ejecutivo del Consejo Estatal de Seguridad Pública, admitió que hace falta más del 75 % del personal requerido para la corporación, que de los más de 400 elementos que requieren para conformar la “policía acreditable”, apenas han reclutado a 100. Nada más no hay policía, frente a una marea creciente del crimen organizado y desorganizado.

El gobernador Javier Duarte reconoció la delicada situación que se vive en México y Veracruz en materia de seguridad y reiteró que su gobierno seguirá con la estrategia implementada hasta el momento, para garantizar la tranquilidad de los veracruzanos. Pero las declaraciones empiezan a dejar de creerse frente a hechos contradictorios como el que se refiere a los ocurridos el 17 de junio, donde el gobernador de Veracruz, Javier Duarte, declaró que las fuerzas del orden habían abatido a 11 sicarios y detenido a ocho más de los que nunca se dieron todos los nombres. Pero ahora hay información y quejas ante los Derechos Humanos de que los elementos del 63 batallón de infantería y de la SSP estatal mataron al menos a 11 civiles inocentes y que lo que se produjo una auténtica matanza

Los familiares de los ingenieros Raúl Tecatl Cuevas y de Joaquín Figueroa Vázquez, así como del laboratorista Tito Landa Argüelles, acusan que sus padres, hijos y hermanos fueron víctimas del ejército y de la SSP del Estado, que no son sicarios como informo el gobernador. Raúl, Joaquín y Tito eran empleados de Triturados Río Seco, SA de CV, filial de Constructora Santa Clara y que viajaban como todos los viernes, del campamento de Chichicaxtle a Xalapa a bordo de una Mitsubishi de Raúl. El viernes 17de junio, cerca de las 19 horas, se incorporaron a una cola de vehículos, que pasaban a vuelta de rueda, según nota de Desfiladero, informa que pasaban ante un retén puesto frente a los linderos de El Lencero por el campo militar. Cuando les toco ser revisados, los soldados obligaron a salir de la camioneta. Al parecer fue cuando se desató un tiroteo. Pero Raúl, Joaquín y Tito fueron presentados como sicarios armados hasta los dientes.
Los familiares de Joaquín Figueroa Vázquez, quien oficialmente fue “abatido” el 17 de junio durante un enfrentamiento contra militares en la comunidad Las Trancas, acusaron a los gobiernos federal y estatal de “sembrar” armas a su pariente y dos acompañantes, y de “fabricar” pruebas para hacerlos pasar como delincuentes. Según notas de varios medios nacionales como Proceso señalan y niegan categóricos e “indignados” que Joaquín haya pertenecido a un grupo criminal, como informó el gobernador el sábado 18 pasado, cuando aseguró que fueron “abatidos 11 delincuentes”, sin embargo, el hermano de la víctima, Juan Figueroa Vázquez, la realidad es que “tres de los muertos eran civiles”.
Después los hijos de la victimas comentaron que las partes oficiales están llenas de contradicciones, y lo que les llamo la atención es que cuando ellos fueron a identificar a sus padres, es que sin ninguna pregunta, les informaron que se podían llevar los cuerpos de sus progenitores sin ninguna declaración de por medio. Piensan que si supieran que sus padres son sicarios ellos tendrían que haber sido sometidos a un interrogatorio, pero eso no paso. Parece que querían deshacerse de los cuerpos y de las evidencias de una masacre.

Los hijos de las victimas llevaron el caso ante la CNDH para que se investigue el asesinato de Joaquín Figueroa y sus compañeros; La renuncia de López Esquer tendrá que ver con estas posibles siembras escandalosas, que pone en entredicho la veracidad de las declaraciones oficiales y oficiosas. ¿Estaremos perdiendo hasta la figura del tlatoani, los “hombres de palabra” en Veracruz?  
 
Imagen tomada de Internet