lunes, 13 de octubre de 2008

ARTÍCULO sobre situación económica

KEYNES REIVINDICATIO O EL OCASO DE MILTON FRIEDMAN (PARTE 1)

Carlos Avis

carlosavis@hotmail.com

“La cruda realidad es que los países en desarrollo deben prepararse para

una disminución del comercio, los flujos de capital, las remesas y la

inversión interna, así como una desaceleración del crecimiento”

ROBERT ZOELLICK

PRESIDENTE DEL BANCO MUNDIAL

¡Albricias!. Como cachetada con guante de box a Milton Friedman, padre del monetarismo neoclásico y su Escuela de Chicago, la doctrina del libre mercado ha sufrido un golpe de revés desde sus propias filas, “un tragamáiz pa`l cielo de sus compadres” (como dijeran en mi pueblo querido). Robert Zoellick, presidente del Banco Mundial, lo dijo con todas sus frases: ‘‘el-sis-te-ma-mul-ti-la-te-ral-ya-no-fun-cio-na’’, (la separación silábica de esta columna es dedicada a los mexicanos ortodoxos del libre mercado, a ver si así “cactan” -como también dicen en mi pueblo adorado-).

La decadencia financiera norteamericana tiene su origen, a mi parecer, en las políticas económicas poco reguladas o totalmente desreguladas; recordemos que los doctrinarios del sistema capitalista neoliberal defienden férreamente la no intervención del Gobierno en ninguna modalidad (macro o micro-económica), hasta el grado de desaparecer el ente del Estado; estos mismos personajes imaginan a la sociedad como una pirámide de copas de cava (las personas ricas son las copas más altas; las personas pobres, las copas de los cimientos piramidales). Si la riqueza es el cava vertido desde la copa superior, éste se derramaba hasta las copas de la base, sin embargo, los ideólogos nunca tomaron en cuenta las reflexiones de Thomas Hobbes: “el hombre es malo por naturaleza” y que la “avaricia” no toca fondo alguno; así, podremos seguir vaciando el cava desde la primer copa que ésta, la aglutinará por completo y nunca llegará a la peana del poliedro.

El fracaso del neoliberalismo esta en su esencia, “toda tesis conlleva su antítesis” y la esencia del neoliberalismo es la codicia y la individualidad lo cual degenera moralmente a quienes lo aplican. Prueba de lo que menciono son los eventos por demás simbólicos de la mezquindad e irreflexión de las cúpulas estadounidenses durante los últimos años: crisis del índice Nasdaq del 2000, altercado de la eléctrica Enron en 2001, alboroto de World Com en 2002, después conocimos las supinas operaciones post-bélicas en el Medio Oriente de la petrolera Halliburton en 2006 y hoy, debido en gran medida a las operaciones insensatas de las hipotecas subprime o de alto riesgo, se ha provocado el inicio de la recesión mundial (Fondo Monetario Internacional dixit); todos los desastres financieros mundiales tienen un común denominador: irresponsabilidad del gobierno por mantener a raya la avaricia de los especuladores de Wall Street.

Muchos se preguntarán: ¿y qué si no funciona?, ¿y qué si lo dijo o no? pero resulta significativo que las honras fúnebres propaladas desde Washington contra el modelo librecambista por el propio Zoellick, portavoz del World Bank Group, coincidan con el eufemismo de “la cúspide de una recesión global” emitida por Dominique Strauss-Kahn, director del Fondo Monetario Internacional, ambas instituciones pro-neoliberales que predican a los países subdesarrollados las recetas privatizadoras de las empresas públicas, paradójicamente y ante el desastre multilateral que ha salido de su control, pues claman hoy por una “responsabilidad compartida por el Estado” pero persisten con la idea de desmantelar la infraestructura del gobierno.

El efecto jazz, como ha sido llamado este tsunami financiero, es otra cosa. Una de las peores crisis suscitadas en las últimas décadas originada, no en un país de economía emergente sino en el país más poderoso del planeta y que, según analistas, superará en mucho a la crisis del martes negro de 1929 pero, ¿por qué se piensa que el efecto jazz complicará aún más la economía global que la Gran Depresión del 29? Todo es debido al peso que la economía estadounidense mantiene en el mundo entero y al rol del dólar como moneda internacional de cambio, en una palabra a la: globalización económica. Para Nouriel Roubini –uno de los analistas más respetados de ese país–, la crisis podría tener un costo total cercano a los 3 billones de dólares, algo así como 20 por ciento de su gigantesco Producto Interno Bruto (PIB).

Visto desde una arista positiva, las crisis mundiales también son en parte presiones y oportunidades para que un país cambie su política económica para bienestar de los connacionales por ejemplo, la historia de México nos da cuenta del manejo que el gobierno realizó en los años de la crisis norteamericana de 1929, provocada por una cantidad inmensa de títulos a la baja adquiridos con dinero virtual por miles de inversores, es decir, con instrumentos crediticios. Al rebasar el respaldo de dichos créditos, estos se volatilizaron volviéndose imposibles de liquidarlos. En aquél tiempo, México aprendió de la coyuntura económica global, La Gran Depresión hizo que muchas empresas extranjeras colapsaran (para tener una idea, el comercio mundial y el PIB de los Estados Unidos se contrajo en un 66% en 1929 y en 68% para finales de1934), esto presionó a los países subdesarrollados a reforzar los mercados internos, incentivando la producción nacional, generando en lo posible lo que antes se importaba, en ocasiones bienes de consumo final prescindiendo así de los productos en su mayoría norteamericanos y todo esto acompañado con una distribución de la riqueza por medio de la creación de empleos para impulsar el consumo y el flujo de circulante. Otro ejemplo más cercano nos da cuenta del manejo en la articulación mundial por Lázaro Cárdenas para nacionalizar el petróleo de México ante la inminencia de la Segunda Guerra Mundial. Uno de los elementos importantes en el contexto fue la entrada de Estados Unidos en el conflicto, el otro fue sin duda el tipo de líder del país aquél: Franklin D. Roosevelt, con una visión amplia de Estado e impulsor del New Deal. Eran políticas sanas de un país preocupado más por la miseria de su población tras la ruina del 29 y no por las divisas derivadas de la especulación yuppie de la bolsa de Nueva York.

Pero ¿cuál ha sido la actitud del gobierno 0.56% Calderonista ante la coyuntura que se presenta? La insistencia para otorgar a particulares la concesión de exploración, extracción, almacenamiento, distribución, etc en áreas estratégicas de PEMEX, sigue en la mente obcecada de los legisladores del PAN, del PRI y una parte del PRD (“la izquierda moderna y dialogante”), aquella iniciativa mortecina, sin una pizca de credibilidad en ninguna materia ya por el aprieto de legitimidad en la investidura o ya por los constantes fracasos en políticas de seguridad, económica, o de desarrollo, Felipe Calderón sigue empecinado en llevar al país al voladero.


Nota: El autor del texto es Contador y Alumno de la Lic. en Derecho que imparte la Universidad Veracruzana en su Sistema de Enseñanza Abierta. La presente columna también se publica en el diario "Sol de Córdoba"

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