Sonrieron cuando se les preguntó cuánto gastan en libros
Cifras sobre tendencias
de consumo de los jóvenes
Nancy Alejandra Ortiz Ochoa, socióloga y educadora
Pese a las diferencias económicas sustanciales entre los países económicamente más desarrollados y los de economías llamadas emergentes, como el caso de México, nuestra sociedad se las arregla para vivir el tipo de vida de consumo que corresponde reproducir en este sistema capitalista.
Atribuidas principalmente a las sociedades de los países ricos, las prácticas consumistas cada día están más arraigadas en nuestra sociedad y son los jóvenes los principales reproductores de esta manera de vivir, toda vez que están más expuestos a los cambios y procesos globalizadores.
En el marco de una investigación realizada enla Facultad de Sociología SEA, se aplicó una encuesta a jóvenes de 15 a 25 años dentro del centro comercial Plaza Las Américas en Boca del Río, Veracruz, acaso el centro comercial más frecuentado del estado, con la finalidad de recoger tendencias de consumo.
La encuesta arrojó los siguientes resultados. Por lo menos 40 por ciento de los entrevistados aseguró que visitaba el centro comercial más de una vez a la semana; 45 por ciento dijo que ahí realizaba actividades como pasear, mirar, comprar, comer, estar en el café o en el cine; 70 por ciento, relacionó la visita al centro comercial como parte de un paseo o divertimento.
Los jóvenes sondeados aseguraron que consideraban el centro comercial como un lugar de suma importancia en la zona conurbada y la relacionaron con el turismo, la vida y el divertimento de los veracruzanos porteños. Incluso opinaron que el centro comercial debía ser más grande, tener otro tipo de espacios de diversión como boliche, pista de hielo, gotcha (juego con pistolas que tiran bolas de pintura), etcétera.
Respecto de sus hábitos de consumo, 85 por ciento dijo que le gustaba estar a la moda, aseveración que incluso realizaban esbozando con una gran sonrisa como para, a juicio personal, avalar la veracidad de sus palabras.
Un 70 por ciento dijo que para estar a la moda compraban objetos, ropa o zapatos. La mayoría de los sondeados dijo inspirarse en revistas para observar lo que se usa en otros países, algunos copian a figuras del espectáculo, otros imitan a familiares, amigos o gente en general y sólo 10 por ciento aseguró no interesarse por la moda.
95 por ciento de los encuestados aseguró gastar dinero en ropa cada mes. El gasto iba desde 100 hasta seis mil pesos; 45 por ciento dijo gastar alrededor de mil pesos por mes en ropa; 25 por ciento, alrededor de dos mil, pero otro 25 por ciento aseguró gastar más de tres mil pesos en prendas de vestir. Este dato resulta curioso, pues muchos dijeron gastar la misma cantidad en diversiones.
Si partimos del supuesto que las respuestas fueron contestadas de manera verídica, eso significaría que algunos jóvenes veracruzanos de clase media invierten una buena cantidad del ingreso de sus padres (unos seis mil pesos mensuales) en ropa y diversiones, lo cual nos habla de la búsqueda de satisfactores inmediatos como la adquisición de objetos y la valoración de prácticas hedonistas, actitudes típicas de las sociedades de consumo.
Ahora bien, si los datos proporcionados hubieran sido falseados o exagerados, queda entonces en evidencia el gran interés que hay en un sector de la población por aparentar poseer más de lo que se tiene, una actitud típica de las sociedades de consumo donde se adquiere para ser, parecer o pertenecer.
Otro dato revelador es que 65 por ciento de los jóvenes encuestados, en su mayoría estudiantes, dijo no gastar en libros, revistas, periódicos o discos. Sólo 35 por ciento gasta en este tipo de artículos y las cantidades expresadas iban desde los 30 hasta menos de mil pesos. Como dato anecdótico, queda registrado que muchos de ellos se sorprendieron con la pregunta y no contemplaban la posibilidad de gastar su dinero en un libro.
Atribuidas principalmente a las sociedades de los países ricos, las prácticas consumistas cada día están más arraigadas en nuestra sociedad y son los jóvenes los principales reproductores de esta manera de vivir, toda vez que están más expuestos a los cambios y procesos globalizadores.
En el marco de una investigación realizada en
La encuesta arrojó los siguientes resultados. Por lo menos 40 por ciento de los entrevistados aseguró que visitaba el centro comercial más de una vez a la semana; 45 por ciento dijo que ahí realizaba actividades como pasear, mirar, comprar, comer, estar en el café o en el cine; 70 por ciento, relacionó la visita al centro comercial como parte de un paseo o divertimento.
Los jóvenes sondeados aseguraron que consideraban el centro comercial como un lugar de suma importancia en la zona conurbada y la relacionaron con el turismo, la vida y el divertimento de los veracruzanos porteños. Incluso opinaron que el centro comercial debía ser más grande, tener otro tipo de espacios de diversión como boliche, pista de hielo, gotcha (juego con pistolas que tiran bolas de pintura), etcétera.
Respecto de sus hábitos de consumo, 85 por ciento dijo que le gustaba estar a la moda, aseveración que incluso realizaban esbozando con una gran sonrisa como para, a juicio personal, avalar la veracidad de sus palabras.
Un 70 por ciento dijo que para estar a la moda compraban objetos, ropa o zapatos. La mayoría de los sondeados dijo inspirarse en revistas para observar lo que se usa en otros países, algunos copian a figuras del espectáculo, otros imitan a familiares, amigos o gente en general y sólo 10 por ciento aseguró no interesarse por la moda.
95 por ciento de los encuestados aseguró gastar dinero en ropa cada mes. El gasto iba desde 100 hasta seis mil pesos; 45 por ciento dijo gastar alrededor de mil pesos por mes en ropa; 25 por ciento, alrededor de dos mil, pero otro 25 por ciento aseguró gastar más de tres mil pesos en prendas de vestir. Este dato resulta curioso, pues muchos dijeron gastar la misma cantidad en diversiones.
Si partimos del supuesto que las respuestas fueron contestadas de manera verídica, eso significaría que algunos jóvenes veracruzanos de clase media invierten una buena cantidad del ingreso de sus padres (unos seis mil pesos mensuales) en ropa y diversiones, lo cual nos habla de la búsqueda de satisfactores inmediatos como la adquisición de objetos y la valoración de prácticas hedonistas, actitudes típicas de las sociedades de consumo.
Ahora bien, si los datos proporcionados hubieran sido falseados o exagerados, queda entonces en evidencia el gran interés que hay en un sector de la población por aparentar poseer más de lo que se tiene, una actitud típica de las sociedades de consumo donde se adquiere para ser, parecer o pertenecer.
Otro dato revelador es que 65 por ciento de los jóvenes encuestados, en su mayoría estudiantes, dijo no gastar en libros, revistas, periódicos o discos. Sólo 35 por ciento gasta en este tipo de artículos y las cantidades expresadas iban desde los 30 hasta menos de mil pesos. Como dato anecdótico, queda registrado que muchos de ellos se sorprendieron con la pregunta y no contemplaban la posibilidad de gastar su dinero en un libro.
artículo publicado en: http://www.uv.mx/universo/349/infgral/infgral_32.htm
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