EDUCAR EN TIEMPOS DE CRISIS
Manuel Hernández Pérez
Sociólogo e historiador.
Profesor de
Sociología-SEA de la
Universidad Veracruzana
INTRODUCCION
Nuestro país pasa por una crisis que cada día se profundiza más, para tener una idea, según el INEGI hay en la actualidad en el país 2 millones 260 mil desocupados hasta el mes de febrero de este año. Tan sólo en el mes de enero perdieron su empleo más de 336 mil personas (
Esto ya había sido planteado en diciembre del año pasado por
Un estudio de
En este contexto se tiene que educar y las familias tienen que lidiar con los gastos de sus hijos para ayudarlos a acceder a los conocimientos que los puedan hacer competitivos en un mundo en que la lucha por los mercados de trabajo cada día es más conflictiva. Para poner un ejemplo, en la ciudad de México se nos informa que cada día son más los padres de familia que sacan de colegios o escuelas privadas a sus hijos, ante la imposibilidad de seguir manteniendo los altos costos de las colegiaturas (
mexicanos.
EDUCAR EN PLENA CRISIS
Los datos que tenemos a la mano nos presentan un panorama poco propicio para hacer de la educación una palanca fundamental del desarrollo de nuestro país, cuando leemos que
Existen intentos y programas por parte del gobierno para cambiar esta realidad, como el convenio contra el rezago educativo firmado por el presidente Felipe Calderón en junio de 2008, pero la verdad es que la realidad siempre supera a los deseos gubernamentales.
Aunado a lo anterior está el contexto socio-político de algunas regiones de México donde el crimen organizado, las drogas y la inseguridad han llegado a los espacios educativos provocando con ello mayores dificultades para crear ambientes saludables y propicios para que los niños y jóvenes estudien. Hay entidades donde uno de cada dos estudiantes de bachillerato ha visto que sus compañeros llevan armas a los centros escolares, algunas de éstas entidades serían Baja California, Sonora y el Distrito Federal (El Universal, 17/jul/2008).
Quisiera poner el ejemplo del estado de Veracruz, donde la violencia e inseguridad está inundado los espacios educativos de manera muy evidente, por ello el gobierno del estado ha puesto en marcha el Programa Integral Veracruzano de escuela Segura (PIVES), una especie de extensión del programa federal Escuela Segura. Los municipios que entraran de manera prioritaria, son aquellos donde se presenta más estos fenómenos: Minatitlán, Coatzacoalcos, Córdoba, Orizaba, Papantla, Poza Rica, Tuxpan, San Andrés Tuxtla, El puerto de Veracruz y Xalapa la capital del estado (Diario de Xalapa, 15 /Oct/2008). Con este programa se piensa incorporar mil 68 escuelas en los municipios mencionados.
Esta situación debe movernos a reflexionar y a participar desde nuestros espacios donde trabajamos o colaboramos como educadores en el nivel educativo que sea, para cambiar desde nuestras posibilidades y potencialidades esta realidad tan cruda y preocupante, pero también nos debe mover a exigir mejores políticas de Estado con mayor presupuesto para el sector educativo.
La educación no sólo debe ser vista como una cuestión de ir administrando el rezago educativo de décadas en el país, sino ver a la educación como palanca del desarrollo y como un derecho de cada ciudadano en el país. Desafortunadamente muchos padres de familia aun ven a la educación como una prestación gratuita impartida por el Estado y no como un derecho que se debe exigir, un derecho que el Estado debe hacer valer de la mejor manera. Esto lo plantea Pablo Latapí Sarre en una entrevista (2009). Éste especialista menciona que los padres de familia siguen calificando al sistema educativo
www.escuelasecundaria.dnsalias.com
El Referente de
FUENTES
Pavón Tadeo María Fernanda, “El derecho a la educación: ¿Es sólo
una metáfora? ¿Por qué no es exigible? Entrevista con Pablo
Latapí Sarre”. Revista Educación 2001 Núm. 165 Febrero
2009.
Periódicos:
El Universal www.eluniversal.com.mx
El Diario de Xalapa www.oem.com.mx/diariodexalapa/
3 comentarios:
La problemática de la educación y las responsabilidades del Estado al respecto es similar en toda Latinoamérica.
Por un lado la ola neoliberal que arrasó la región impulsada por los ideólogos admiradores de los chicago boys de la mano con los delegados de los intereses imperiales insertados en las instituciones públicas y privadas locales han hecho su tarea.
Esta fue en todo caso la de reducir los nunca suficientes recursos destinados a la educación tanto en cantidad como en calidad pero además se logró naturalizar el hecho definido por el pensamiento neoliberal de que el Estado sólo debe aplicar el principio de "subsidiariedad" en el área o sea sólo paliar y corregir las "deficiencias" que deja sin cubrir la "mano invisible" del libre mercado.
Así es que los sistemas educativos no solo la edducación pública) son débiles, escasos en contenidos, de mala calidad y definitivamente apuntados la reproducción de una fuerza de trabajo local calificada y dispuesta a ser explotada por el sistema.
Agradezco los comentario de MC a mi trabajo sobre la educación y la crisis en México, es verdad que el contexto donde se dan los "fenómenos" que yo describo y analizo, son las políticas neoliberales aplicadas en todo el mundo y donde la educación ha tomado un rumbo mercantilista y alejado de los principios humanistas y relacionados con el "sujeto social" que se deben construir a través de los sistemas escolares, es decir "personas" (que no individuos) críticas y participativas que contribuyan a la construcción de alternativas a los problemas sociales de sus respectivas comunidades.
Todos los que estamos involucrados en el sector educativo, debemos aportar nuestro grano de arena para que esta situación que impera actualmente cambie.
Tal pareciera que la educación siempre ha estado en crisis. Lamentablemente el presupuesto a la educación siempre es sacrificable ante otras "necesidades" como "combatir el narcotrafico". Estoy totalmente de acuerdo con la opinión de que la educación debe ser palanca de desarrollo, ojalá no sólo se quedara en retórica de politiquillos, ojalá se hicieran verdaderas reformas educativas emanadas de necesidades reales y no de acciones electoreras como sucede actualmente.
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