Historia a contra pelo
por Gualberto Díaz González
sociólogo, profesor de
Historia a contrapelo
Entrevista a Carlos Antonio Aguirre Rojas
El movimiento zapatista mexicano se inscribe en las luchas de larga duración, pero ¿de qué manera podríamos visualizar el movimiento actualmente?
Creo que es una pregunta fundamental, porque el neozapatismo mexicano forma parte de una familia de nuevos movimientos antisistémicos radicales que pueblan hoy la geografía de América Latina. Vale subrayar una cosa, hoy América Latina se encuentra en el frente de vanguardia de las luchas antisistémicas de todo el planeta. Qué quiere decir esto, que las luchas más avanzadas en términos de organización, demandas, discursos, estrategias políticas, se están desarrollando en el semicontinente Latinoamericano. Para ubicarlo en perspectiva, diríamos que el frente de vanguardia de la revolución mundial en 1920 estaba ubicado en
¿Cómo podríamos representar el impacto de la lucha zapatista a 14 años de su levantamiento armado? ¿Como podríamos ver su vigencia?
No hay duda que en México la caída del PRI, el régimen de partido de Estado que duró 71 años en el poder, se la debemos a la irrupción neozapatista. No fue en realidad el PAN quien derrotó al PRI en el año 2000, tampoco fue el PRD, sino el conjunto de consecuencias políticas de la población mexicana, contradicciones sociales generadas a partir del neozapatismo, determinó el desmantelamiento de las bases del régimen de partido único y abrió espacios. Pero desde el año 2000 los gobiernos del PAN han sido tan corruptos y neoliberales como los del PRI.
Los movimientos indígenas en Perú, Colombia, Ecuador, Bolivia, existían antes del primero de enero de 1994, pero tenían en general una posición defensiva y una proyección local; en cambio, justo a partir de que los zapatistas se levantan, replantean el papel de los pueblos indígenas no solo en México sino en el mundo. A partir de 1994
También habría que abonarle al neozapatismo el hecho de generar una especie de modelo universal de funcionamiento para los nuevos movimientos antisistémicos, en términos organizativos, discursivos y de estrategias. El movimiento más avanzado hoy en Brasil son los Sin Tierra; en Argentina es el movimiento de los sin trabajo; y los indígenas mexicanos se han definido como un movimiento de campesinos, los sin ciudadanía, sin derechos, sin reconocimiento de su identidad. ¿Por qué subrayo esto? Porque ahora la protesta social no está viniendo de los centros del sistema, sino de sus márgenes; la gente que está siendo excluida por las políticas neoliberales, la gente que este capitalismo en su fase terminal desecha, es la que ahora se organiza para impugnar. ¿Quiénes están creando uno de los movimientos catalizadores y fundamentales en Estados Unidos? Los migrantes, los que no tienen reconocimiento, los sin ciudadanía y sin derechos en Norteamérica. ¿Quién está siendo un catalizador fundamental en Europa? Los habitantes de los suburbios parisinos, que estuvieron a punto de convertirse en un movimiento europeo; son los sin reconocimiento por razones de racismo, los excluidos del espacio de la sociedad francesa y de la sociedad europea, quienes están funcionando también como un modelo organizativo, de modos de relacionarse con la sociedad civil.
El zapatismo se plantea preguntas de carácter universal, desde la perspectiva de Immanuel Wallerstein, por lo que exige respuestas universales, o ¿por qué ha impactado el zapatismo en varias regiones del planeta, cómo se vincula con las demás luchas, por qué en Europa lo miran como vanguardia?
Debemos preguntarnos que luchas sociales, movimientos de protesta, ha habido pocos a todo lo largo y ancho de la historia, pero ¿por qué ciertos movimientos alcanzan una difusión mucho más amplia en la opinión mundial, con repercusiones que trascienden su ámbito local? Wallerstein pone tres ejemplos en el siglo XX: el movimiento de Gandhi en
Hablemos ahora de
La iniciativa de
Si los indígenas neozapatistas fueran egoístas podrían haber dicho: en Chiapas tenemos una presencia social indudable, una fuerza y un poder real, podemos vivir así quince, veinte, treinta, cincuenta, doscientos años y nos olvidamos del país, pero
La opinión que se ha estado difundiendo en los medios de comunicación en general, de que
Cuando los zapatistas se preocupan por el conjunto del país y no solamente por su localidad, de la misma manera se están preocupando por el mundo entero, porque saben que una parte no se puede cambiar si no se cambia el todo, ¿es la cuestión de los sistemas-mundo a lo que se refiere Wallerstein?
Claro, esta observación es muy importante. Ellos dicen: por el momento
Qué pasa en el escenario político actual, en relación con la demanda de que Pemex no se debe privatizar: ¿existe un movimiento social en la defensa de Pemex o es una movilización coyuntural?; ¿cómo podíamos distinguir estos dos términos que muchas veces se confunden y se malinterpretan?
Cuando hablamos de movimientos sociales se confunden muchas cosas y creo que Inmmanuel Wallerstein ha tratado de aclarar esto, pero no solamente él. Una movilización social tiene un objetivo limitado y puntual, a diferencia de lo que es un movimiento organizado, estructurado, con objetivos inmediatos y mediatos, que eventualmente pueden coincidir con los de una movilización, pero tiene objetivos de mediano y largo plazo. En ese sentido, creo que el movimiento que Andrés Manuel López Obrador está tratando de gestar es más bien una movilización en defensa del petróleo. Estuve en otra entrevista y me preguntaban esto y creo que cualquier mexicano bien nacido se opone a estos procesos neolibelares de privatizar Pemex, pero desde
El movimiento de López obrador ha encauzado los sentimientos de agravio acumulados históricamente en los mexicanos, los ha encauzado justamente para quitarle el detonador a la granada, es decir, para mediatizar. ¿López obrador de ninguna manera pretende un cambio a la manera de los zapatistas?
Aquí hay que recordar una cosa: López Obrador cuando fue entrevistado y le preguntaron: ¿que cosa es lo que usted quiere hacer?, respondía claramente: “yo no voy a alterar los equilibrios macroeconómicos de nuestro país”. ¿Qué quiere decir no alterar los equilibrios macroeconómicos? Quería decir que no iba a romper con las políticas neoliberales que hemos estado padeciendo los últimos veinte años. Y hay que decir entre paréntesis, él mismo estaba bastante atrasado al respecto, porque ahora el presidente del Banco Mundial y el vicepresidente del Fondo Monetario Internacional están criticando el neoliberalismo al decir que sus políticas quizá no fueron tan buenas, que crearon demasiada pobreza, que acentúan el conflicto social.
Y el propio López obrador ha sido el primero que ha matado la posibilidad de convertir la movilización que hubo en contra del fraude electoral en un verdadero movimiento, porque la gente en el fondo se ha desilusionado mucho. La gente frente al fraude electoral estaba dispuesta, y lo decían sus propios asesores que llegaron a plantear a López obrador: “cerremos la ciudad de México”. Y la ciudad de México es muy fácil de paralizar porque está conectada con el resto del país solo por cinco carreteras. ¿Cuántas personas se necesitan para bloquear una carretera? Como nos lo enseñan los piqueteros argentinos y los indígenas colombianos, con tres mil personas tú paras una carretera y no pasa nadie. Claro, les mandan al ejército, pero los piqueteros no son tontos, cuando el ejército y la policía llegan, se repliegan y lo único que hacen es montar otra vez el piquete un kilómetro atrás, y si les mandan a la policía un kilómetro atrás se repliegan otro kilómetro y les mandan otra vez pero para eso ya dieron la vuelta y por detrás del ejército vuelven a instaurar el piquete. Eso se podría hacer muy fácil en México, bastarían 5 mil gentes para cada una de las carreteras; con 25 mil personas se puede paralizar el funcionamiento de la ciudad de México, y si hubiesen hecho eso habrían obligado a que se revisara voto por voto y casilla por casilla. Pero el propio López obrador no quiso: “no, no queremos derramamiento de sangre”, dijo.
También López Obrador se ha rodeado de una cantidad de personas que no tienen la menor credibilidad. Recuerdo cuando el desafuero, el orador era Porfirio Muñoz Ledo, la gente empezó a chiflar y a criticar y no lo dejaron hablar y Muños Ledo que llevaba preparado un discurso de 15 minutos tuvo que hablar 3 y callarse. Si la gente que rodea a López Obrador es Porfirio Muñoz Ledo y Manuel Camacho y Socorro Díaz y Jesús Ortega, ¿quién va a querer poner las manos de este país en ese grupo de gentes sin credibilidad política?
Se ha hablado mucho sobre la desvinculación de los problemas sociales con lo que se enseña en las aulas: lo que pasa en la calle y lo que se ve en clases. ¿A qué se debe esta desvinculación?.
Creo que el problema se inscribe en un horizonte más general y que Immanuel Wallerstein ha tratado de desarrollar: la crisis terminal del capitalismo. ¿Qué es lo que ha sucedido? Todos los estados en el mundo viven esto que los economistas llaman la crisis fiscal de los estados; porque ahora tienen menos recursos para atender sus tareas históricas: la seguridad como el monopolio de la violencia (pacificar y asegurar); la salud y la educación pública. Pero la educación y las universidades están en una crisis terrible porque cada vez más el Estado no las provee de recursos para que funcionen normalmente. Y si le sumamos a esto los procesos de privatización de la educación a nivel universitario... la universidad privada está peor, porque sigue una lógica de lucro, se venden los títulos como papeles al mejor postor.
¿Pero la universidad pública por que está en crisis? Además de que le recortan recursos al mismo tiempo se masifica, la demanda crece cuando la oferta disminuye, entonces un profesor que antes le daba clases a quince o a veinte estudiantes, y que podía tutorearlos en el buen sentido, podía con cada uno de ellos tener asesoráis, sugerir bibliografía, reunirse y apoyar a los que estuvieran atrasados; pero eso deja de ser posible cuando el mismo profesor en vez de dar clases a dos grupos, tiene que dar a cuatro, luego a seis y luego a ocho. y cuando sus grupos pasan de ser de veinte a cuarenta, a cincuenta, a setenta... Es lo que ha pasado en todas las universidades del mundo. Además los profesores tienen salarios muy bajos que no les alcanza, por lo que tienen que dar clases en dos universidades, en una pública y en una privada, o buscarse otros empleos para completar.
Es una catástrofe si a eso le sumamos las políticas perversas que el Estado mexicano está siguiendo en los niveles preuniversitarios. Hay que denunciarlo… me quedé impactado de que alumnos míos que estudiaron la carrera de historia ahora sean profesores en secundaria o en preparatoria de ciencias sociales y dicen que el Estado mexicano ha dicho que un profesor de cualquier materia no puede reprobar a mas del 5% de su grupo; si tiene 20 estudiantes tiene que pasar a 19 y, como una ley, solo puede reprobar 1. ¿Qué es lo que esto provoca? Que los niños pasan sin saber escribir bien, no saben leer un texto en el sentido de comprender lo que el texto está diciendo, no saben bien matemáticas, no saben bien geografía, no saben bien historia y, como se vuelve un régimen de simulación, entonces los niños llegan a primaria, a secundaria, a preparatoria y a la universidad sin tener una formación sólida, y no es culpa de ellos, es culpa de
¿De ahí la desvinculación de lo que el alumno recibe en la universidad con lo que está pasando en su entorno?
Claro, lo que está pasando en las universidades es una pérdida del sentido crítico, los estudiantes si a duras penas están mal aprendiendo las cosas, difícilmente pueden decir: los conocimientos que yo he adquirido en la universidad puedo retribuírselos a la propia sociedad ayudando a entender los problemas sociales que se viven. Aunque debo aclarar un punto, a pesar de todo los estudiantes mexicanos se mueven, no gracias a las universidades sino a veces a pesar de ellas, y tienen esa ansia de saber, se meten a Internet, se vinculan con algunos profesores (porque felizmente los sigue habiendo que, contra viento y marea, siguen introduciendo perspectivas críticas) y tratan de irse de viaje en plan de mochileros a Estados Unidos o se van a recorrer Guatemala y Centroamérica o de repente se suben en un barco y trabajando en él llegan a Europa y se pasan un año y vuelven y esos estudiantes son los que más iniciativa tienen, curiosamente, los que están vinculados a movimientos sociales, que de repente van a los Caracoles zapatistas, participan en
Hay un silencio mediático sobre lo que está pasando hoy en Chiapas, ¿cómo podemos contrarrestar esto nosotros como ciudadanos de a pie, como profesores universitarios? ¿Existe realmente una sociedad civil que pueda preocuparse por lo que está pasando en Chiapas?
Creo que sí existe una sociedad civil nacional e internacional, pero justo como lo han dicho los propios neozapatistas, un poco en tono de broma, de que la sociedad civil mexicana es esa especie de señora medio caprichosa de comportamiento imprevisible. No me cabe la menor duda que fue la sociedad civil mexicana la que paró la masacre en Chiapas el 12 de enero de 1994, cuando fuimos un millón y medio de personas y llenamos el zócalo y dijimos no a la guerra y forzamos a Carlos Salinas de Gortari a declarar la tregua y a abrir el espacio de los diálogos de San Cristóbal; cuando la sociedad civil acompañó la marcha del Color de
Y lo que se puede hacer contra el silencio mediático es denunciar en todos los foros que nos sea posible. Si somos periodistas de radio o escribimos, debemos denunciar esta situación: que la llamaba guerra de baja intensidad se está volviendo una guerra no declarada públicamente pero en acto en contra de las comunidades zapatistas. Y en segundo lugar, salir a la calle y protestar para denunciar el riesgo creciente de una salida militar al conflicto y, debemos insistir en esto, la peor de las salidas al conflicto en Chiapas es la militar, pero desafortunadamente parecer ser que el grupo de Felipe Calderón está acariciando la tentación de tomar esa salida.
Llama la atención un hecho: desde que Felipe Calderón tomó posesión como presidente de México nunca ha hecho una declaración pública sobre Chiapas, nunca ha dicho cual es su posición. Porque Vicente Fox decía tonterías: “voy a resolver el conflicto en 15 minutos” y después permitió que
3 comentarios:
pues aplaudimos y agradecemos el texto el Profe Gualberto, ya que éste es un espacio colectivo y nos gusta mucho que los maestro se interesen y participen de estas propuestas. saludos. ojala pueda seguir colaborano con nosotros, quizá con algún fotoreportaje.
Qué valioso texto, Nancy. Muchas gracias por reproducirlo para nosotros. Un abrazo, como siempre.
Muy interesante la opinión del Investigador Carlos antonio Aguirre y desde luego Agradecer al Profesor Gualberto que la haya compartido, Excelente entrevista Gualberto.
Es muy preocupante lo que sucede en Chiapas, hay quienes dicen que México se encuentra en un momento coyuntural donde tenemos que empoderarnos quienes padecemos de todas estas violaciones a las garantias y derechos como sociedad.
Me llama la atención que el 70% del ejercito esté congregado en Chiapas y que Calderon no tenga un discurso falaz por lo menos sobre este asunto.
Cabe resaltar la opinión de Carlos Antonio, de denunciar y hacer eco sobre el bloqueo, censura, vejaciones, abusos y negligencia en la que mantienen presa actualmente a Chiapas y no solo eso, tambien socializar el asunto de la educación en México es precupante para quienes estamos en las universidades haya una postura pasiva ante tales problematicas, ni chiapas, pemex, ni la educación nos llama la atención, el mero individulismo, protagonismo y burocracia estable nos encaja en una lógica de asimilar sin tomar acciones participativas.
Buena entrevista para reflexionar.
Orazio Barmez
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