jueves, 10 de diciembre de 2009

REFLEXIONANDO con Marta Lamas


DECIDIR... es una herencia
por Israel Hernández Ceballos

Me tomaba un delicioso café, con música de fondo, y saboreaba la co-paternidad que estaba viviendo con mi bebé, que dormía, admiraba sus ojos y sus pequeñas manos, recordaba su actitud intrépida para explorar el mundo y en cada una de sus acciones, al mismo tiempo me preguntaba: ¿cómo los seres humanos podemos llenarnos de reglas sociales que rigen nuestros comportamientos?, ¿cómo podemos superar las limitaciones que nos planteamos como sujetos con el derecho básico de ser tratados como humanos?


Hace unas noches había leído el artículo tercero dado en la Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer donde se señala:


a) El derecho a la vida;
b) El derecho a la igualdad;
c) El derecho a la libertad y la seguridad de la persona;
d) El derecho a igual protección ante la ley;
e) El derecho a verse libre de todas las formas de discriminación;
f) El derecho al mayor grado de salud física y mental que se pueda alcanzar;
g) El derecho a condiciones de trabajo justas y favorables;
h) El derecho a no ser sometida a tortura, ni a otros tratos o penas crueles, inhumanos o indignantes (Resolución núm. 48/104).


Di un sorbo al café, vi a mi bebé que ya había despertado, se levanto rápidamente, ahora ya corría al jardín mientras me preguntaba si gozaría esos derechos que le proveía la sociedad y, en primera instancia, la familia.


Pensaba al mismo tiempo que en la actualidad no sólo interviene la familia para la conformación de un sujeto sino también otras instituciones, principalmente, la educativa. Recordé conversaciones con mi abuela, su enojo y apatía por el hecho de enviar a los niños a la guardería, ella dice: “los niños deben criarse en casa que para eso está la familia”. Al repasar esta frase me parece que esta sabiduría cotidiana encierra no sólo el reclamo del derecho a la transmisión de una educación con los valores inherentes a la familia, sino la posibilidad de manipular esos constructos sociales en la virtud de la herencia. Entonces, lo que en realidad adquirimos como formas de comportamiento, así como el respeto a nuestros derechos surge inicialmente de cómo nuestra familia acepta, modifica, selecciona y genera los constructos sociales que le son dados a partir de una realidad totalizadora.


Recuerdo mi niñez temprana, y me ubico en un recuerdo junto a un río, jugando con una vara a manera de arpón para intentar pescar (aún cuando sólo espantaba a los peces) y jugando con mi papá, cachando la pelota, con mi guante color miel, en tenis con short y sin camisa, ¡Qué agradables momentos! Si reflexiono estos momentos, puedo decir que ya me habían inyectado parte de los constructos sociales en lo referente a mi sexo, ya utilizaba una pelota y mi guante de beis, podía andar sin camisa sin mayor problema, y podía salir de fin con mi papá y mis tíos, sin las mamás, pues ellas debían quedarse a continuar con sus quehaceres domésticos. Entonces podemos señalar que en cada una de las actividades familiares permitidas y negadas a los sujetos bebés estamos gestando comportamientos que serán adquiridos, aceptados o rechazados por nuestros pequeños sujetos y que les permitirán asumir o negarse sus propios derechos en la sociedad.


Es decir, si hubiera nacido en un medio rural, en donde la actividad económica era pescar quizá mi posibilidad de disfrutar dicha acción sería menor o nula, ya que el contexto hubiera determinado mi goce y por tanto mi conformación como sujeto; más allá, si mi hermana estuviera en el contexto rural tendría que cocinar y lavar antes que ir a la escuela. Así, diríamos que las esferas educativas, sociales, culturales, políticas y económicas determinan y estandarizan las relaciones sociales y el reconocimiento que los sujetos tienen de sus derechos humanos y que no es una cuestión exclusiva de género sino una compleja conformación de sujetos.


Y entonces, ¿qué le voy a transmitir a mi bebé?, ¿cómo se configurará como sujeto social?, ¿qué derechos adquirirá y exigirá en la sociedad?, ¿cómo aprenderá sus obligaciones con el resto de la sociedad? ¿Tendrá derecho a decidir y exigir sobre su ser, sobre su cuerpo, sobre su consciencia?


La realidad actual se transforma y resulta tan cambiante que es difícil aprehender una única posibilidad ya que tendríamos que educar sujetos conscientes de sus derechos a partir de las múltiples posibilidades que les proporciona la realidad. Es decir, tendríamos que formar sujetos adaptables, ya que si bien hay una cultura general es posible que en unos años este planteamiento se transforme y sólo transciendan los aspectos que los humanos deseen. En estos momentos, según Nieto Sotelo (2005:102)


Desde el punto de vista ideológico, lo que se ha expandido ha sido precisamente los valores del mercantilismo universal, como valores “únicos”, junto a un individualismo posesivo que no reconoce la diversidad y la pluralidad de las culturas. Hay aquí una especie de fundamentalismo económico e ideológico profundamente reaccionario. El individualismo reinante desconoce, niega y rechaza los derechos colectivos de los pueblos y culturas, para suplirlos por los valores del mercado, siendo el individuo (no reconocido como sujeto) principalmente un objeto de consumo.


Sin embargo, ¿Qué pasa en los puntos ciegos de la geografía mundial, como los ubicados en el Amazonas en su paso con la frontera con Bolivia, donde existen tribus “perdidas” en las que los humanos no tienen valores transmitidos por el mercantilismo universal?


Si bien las estructuras se mantienen también es cierto que se dan rupturas asistemáticas que permiten la conformación de nuevas sociedades permeadas por las comunidades que no han sido influidas y por la evolución social a lo largo de la historia de la humanidad.


De esta manera el derecho a la igualdad de los seres humanos se gesta en la correlación familia-sociedad, el derecho a la no discriminación debe generarse en la no discriminación en el hogar. En este sentido la asignación de los roles en la familia juegan un papel importe. Si bien los roles de los sujetos se han establecidos durante mucho tiempo, estos han dependido de un devenir histórico pero también de las formas sociales instauradas en cada comunidad y en cada familia.


Aunque inicialmente los roles surgieron a partir de una necesidad de sobrevivencia de la especie (el hombre salía a cazar y la mujer cuidaba la descendencia), se han ido modificando, aunque lentamente por lo patrones familiares que están presentes en la actualidad. Es decir, en nuestra modernidad ya no es necesario que se establezca una pareja, hombre-mujer para la manutención y cuidado de la especie, hay nuevas formas que plantean la disociación de este tipo de relación, ya que los medios productivos posibilitan esta ruptura. Entonces ésta posibilita la creación de nuevas exigencias sociales tales como el respeto a la libertad para elegir una pareja sexual, una religión o un grupo social entre otras, condiciones que no eran tan evidentes como en la sociedad actual.


En estos momentos hablamos de los derechos de los niños, de las mujeres, de los homosexuales, a despenalizar el aborto, de los hombres a orinar sentados, de los darketos, etc.; sin embargo, en muchas ocasiones no nos cuestionamos la pertinencia de nuestras acciones en nuestra familia, o la función de la escuela y sobre todo la del docente, no cuestionamos los roles ni los modelos familiares considerando las potencialidades de los seres humanos, sino seguimos manteniendo en una mayoría de familias, el rol marcado por la necesidad de sobrevivencia antes que por la convivencia.


Por ello es tan importante crear una conciencia familiar, en los sujetos sociales de las diferencias sociales, culturales, económicas y educativas así como de las formas de discriminación sutiles que se hacen presentes en los grupos de convivencia.


En este sentido, la primera tarea tiene que consistir en definir, lo más precisamente posible, el concepto de discriminación, que es el fenómeno que en último término la propuesta educativa pretende contribuir a erradicar. Cuando hablamos de discriminación nos estamos refiriendo a un conjunto muy heterogéneo de actitudes y prácticas sociales e institucionales que, de manera directa o indirecta, en forma intencionada o no, propician un trato de inferioridad a determinadas personas o grupos sociales en razón de rasgos o atributos que éstos presentan y que socialmente son poco valorados o estigmatizados. (Gutiérrez, 2006)


En conclusión, pienso que hay un engranaje de derechos y discriminación que está impactado de un vaivén de condiciones y posibilidades para generar y gestar otras formas de percibir, no los derechos de las mujeres o de los hombres, sino de los sujetos sin etiquetas.


Pero, ¿cómo eliminar las etiquetas o los estereotipos establecidos?; veo a mi bebé, Sarita, de año y medio, con su vestido, con su actitud intrépida y coqueta, viene corriendo hacia mí, su tío condescendiente; y como no ser así si es una niña hermosa, eso está más allá del bien o del mal.




Xalapa, Ver. 9 de diciembre de 2009




P.D. Gracias Marta Lamas por tu charla de Café.




Foto de: Rotmi Enciso/ Producciones y Milagros Agrupaciön Feminista, A.C.

 http://www.flickr.com/photos/produccionesymilagros/1053308014/




Bibliografía

Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (2003). Violencia contra las mujeres privadas de libertad en América Latina.


 Secretaría de Salud (2003). Innovando en Salud. Esquema metodológico para incorporar los derechos humanos en salud, con el enfoque intercultural.
Herrera Madrigal, Irene (Comp.). Derechos Humanos, Universidad Veracruzana Intercultural.
Derechos Humanos de las Mujeres, Capítulo 5. (Fuente no incluida)

3 comentarios:

Nancy Ortiz dijo...

Que bárbaro Isra, después de la cantidad de tarea que hicimos y tenemos, aun te das tiempo para reflexionar sobre la igualdad de los seres humanos? Tú si que sabes administrar tu tiempo. te mando un abrazo.

Anónimo dijo...

bla bla bla pueden dejar la lisonja para otro momento o son paleros de oficio

ellas nosotras dijo...

hola! felicidades por el blog!
la foto de Marta Lamas es de nuestra autoría,
favor
de poner el crédito correspondiente :
Rotmi Enciso/ Producciones y Milagros Agrupaciön Feminista, A.C. y/o enlazarla con su origen en flickr: http://www.flickr.com/photos/produccionesymilagros/1053308014/
saludos, Ina Riaskov, Producciones y Milagros Agrupación Feminista, A.C.

nuestro mail: proyectos.prodymil@yahoo.com.mx