lunes, 26 de enero de 2009

ARTÍCULO sobre Alain Touraine


ESCUELA SECUNDARIA

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El Referente de la Educación Secundaria en México

ALAIN TOURAINE Y LA

EDUCACION

Manuel Hernández Pérez

Sociólogo e historiador. Profesor de la

Facultad de Sociología del Sistema de

Enseñanza Abierta de la Universidad

Veracruzana.

Alain Touraine estuvo en México del 29 al 31 de octubre del año pasado en la Universidad Iberoamericana plantel Puebla, donde dictó una conferencia sobre su nuevo paradigma para entender el mundo de hoy. Touraine es uno de los pensadores más importantes de nuestro tiempo, por ello creo conveniente plantear algunos puntos centrales de su propuesta de nuevo paradigma y en la parte final concluiré con los planteamientos que este sociólogo y filósofo francés hace acerca de la importancia de la escuela y la educación dentro de su esquema de análisis.

El planteamiento central de Touraine se refiere a que ya no podemos seguir analizando al mundo contemporáneo de la forma en que se ha hecho en los últimos dos siglos, se debe cambiar esta perspectiva: “Durante un largo período, hemos descrito y analizado la realidad social en términos políticos: el desorden y el orden, la paz y la guerra, el poder y el estado, el rey y la nación, la república, el pueblo y la revolución. Después, la Revolución industrial y el capitalismo se liberaron del poder político y aparecieron como la “base” de la organización social. Reemplazamos entonces el paradigma político por un paradigma económico y social: clases sociales y riqueza, burguesía y proletariado, sindicatos y huelgas, estratificación y movilidad social, desigualdades y redistribución se convirtieron en nuestras categorías de análisis más habituales” (Touraine, 2005:13).

Hemos pasado de un mundo dominado primero por el paradigma político al paradigma de la economía, pero hoy estamos entrando de lleno a un mundo dominado por los problema culturales, por tal motivo el pensamiento social debe organizarse en torno a ellos. Touraine es enfático al momento de hacer sus planteamientos en torno al rumbo que deben

tomar las ciencias humanas y sociales en torno a los problemas contemporáneos que buscan analizar, él plantea que debemos dar el paso de un paradigma a otro: “de un lenguaje social sobre la vida colectiva a un lenguaje cultural.

Este paso se acompaña de una mutación provocada por el rápido desarrollo de una relación directa del sujeto consigo mismo, sin pasar por los intermediarios metasociales derivados de una filosofía de la historia. Esta mutación, tan importante por sí misma, tiene un significado todavía mayor: las colectividades, vueltas hacia el exterior y hacia la conquista del mundo, son reemplazadas por otras, vueltas hacia el interior de sí mismas y de cada uno de los que viven en ellas” (Touraine, 2005:16).

De allí, que las dos nociones que están en el centro del nuevo paradigma planteado por Touraine sean el sujeto y los derechos culturales. “La proposición central sobre la que se puede reconstruir un análisis social positivo es, en mi opinión, que la invasión del campo social por fuerzas impersonales (que pueden ser denominadas no sociales) no se puede combatir ya mediante reformas sociales conquistadas por un movimiento social; tal cosa sólo puede hacerse invocando unos principios de acción que no son; tampoco, sociales, puesto que apelan directamente a lo que denominamos “derechos humanos”.Cuando todo es cuestión de vida o muerte, las intervenciones públicas no pueden bastar para resolver los problemas” (Touraine, 2005:29-30).

Este planteamiento general de Touraine sobre el mundo de hoy, es necesario para comprender la manera en que inserta en su discurso el papel que deben cumplir la escuela y la educación. Si pasamos de un mundo visto desde un “orden social” moderno al esquema de la individualización, es evidente que no podemos permanecer siempre allí: No podemos vivir sólo con procesos de subjetivación, interioridad de los seres humanos. Debemos de estudiar los procesos actuales. Como salvar o crear instituciones que protegen al individuo y sus derechos. Aquí juegan un papel importante la escuela, la familia, los amigos (Touraine, 2008).

Actualmente los maestros tienen más efecto sobre los alumnos que el orden social. Las desigualdades se fomentan en la relación maestro-alumno: “Es hacia la escuela hacia donde hay que volverse en primer lugar, porque se trata de un sector de la vida social en el que se enfrentan no sólo ideas, sino opciones efectuadas por los propios enseñantes, y sobre todo por los padres de alumnos que están convencidos de que la elección de una escuela tiene efectos profundos y duraderos sobre la vida de sus hijos” (Touraine, 2005:163).

Aunque Touraine analiza estas realidades en Francia y Europa, me parece que tiene mucha relación con lo que pasa en México, ya que estamos sufriendo grandes transformaciones y uno de los espacios que nos pueden dar pistas de por donde transitar es la escuela y su relación con el mundo no sólo público sino privado de los niños, los jóvenes y sus familias.

En México al igual que en Francia el espíritu laico fue central en la constitución de la institución escolar como tarea del estado republicano, entonces debemos distinguir dos elementos centrales: el laicismo y el espíritu republicano: “El laicismo fue y es un elemento esencial de lo que se puede llamar el espíritu republicano, es decir, el descubrimiento de

criterios de evaluación de los individuos y las instituciones en términos de bien común, de interés público, de patriotismo, de normas sociales dominantes, y también de racionalidad del saber. No todos sus defensores

concibieron el laicismo en esos términos, pero esta concepción republicana ha tenido y ha mantenido una influencia considerable. Esa

redefinición del bien y del mal por la utilidad o el perjuicio social, por la conciencia o la indiferencia respecto de los deberes de cada ciudadano hacia su colectividad local o nacional, se ha opuesto a una concepción de la sociedad fundamentada en las autoridades tradicionales y en las creencias religiosas”(Touraine, 2005:164).

Aquí nuestro autor inicia un planteamiento central, que considero debemos retomar para discutir la tarea escolar en México y es aquel que se refiere a que no podemos dividir el quehacer de los alumnos, los maestros y los padres de familia en dos mundos separados: la preparación para la vida social y profesional (esfera pública) y por el otro lado lo personal, familiar, de creencias de cada individuo (esfera privada). “Pero si el principio de laicismo debe ser aceptado plena y enteramente, no por ello hay que aceptar el espíritu “republicano”, es decir, la limitación del campo de la escuela a la preparación para la vida social, profesional o nacional. Una sociedad moderna se amputa de gran parte de su creatividad, pero también de su realismo, si no asocia el espíritu racional con el conocimiento de la historia personal, psicológica y social de cada individuo, y con la apertura al sujeto personal que se nutre de una historia y una memoria colectivas, de los orígenes del pensamiento religioso tanto como de todas las luchas por el derrocamiento de las dominaciones sociales, nacionales y sexuales” (Touraine, 2005:164-165).

Para que una sociedad sea moderna debe aceptar cierto racionalismo, de la misma manera deben ser aceptados todos los ámbitos de la vida humana. La escuela por lo tanto no debe poner al niño al servicio de la sociedad, tampoco debe ser sólo un lugar donde vaya a aprender cosas. Debe ser sobre todo un lugar para la formación de actores sociales, de sujetos personales. Por ello la escuela no debe rechazar los elementos de la vida privada, la religión, la sexualidad, las prácticas políticas, pero ello no debe llevar a privilegiar los comunitarismos sobre el predominio del espíritu de ciudadanía, por ello: “Que nunca sea fácil trazar la frontera entre esta apertura y los límites que se deben mantener hace necesaria la instauración de mecanismos de reflexión, deliberación y decisión en el interior de los establecimientos escolares y universitarios” (Touraine, 2005:165).

El debate entre vida pública y vida privada se vuelve central en la vida escolar, entonces entramos al terreno de los derechos culturales, que a decir de Touraine es el terreno de las ciencias sociales en el siglo XXI. Por ello hay que rechazar el principio de la escuela republicana que plantea que la escuela esta para dar al alumno pensamiento racional y socialización, pero dejando de lado los elementos de la vida privada: “No son las intenciones de este pensamiento escolar las que deben ser discutidas, sino sus resultados efectivos. Esta distancia igualitaria entre maestros y alumnos, asociada a una definición por los docentes de su trabajo en términos de disciplinas (matemáticas, historia, química, etc.), favorece en efecto a los alumnos procedentes de los medios más instruidos y de familias más acomodadas. A los que proceden de medios pobres y desfavorecidos…les resulta difícil superar los obstáculos levantados ante ellos por el sistema escolar, mientras que los demás son ayudados por su familia y su medio a orientarse en el mundo profesional. A hacer elecciones, a pensar su futuro. La elección entre intervenir o no intervenir en tal situación, no debe estar guiada por la afirmación de la separación entre la vida pública y la vida privada. Pues es absolutamente necesario que la escuela tome en consideración las condiciones en que un niño se forma una imagen de sí mismo y de su futuro.” (Touraine; 2005:167).

Lo que debemos resaltar en estos planteamientos, es que se trata de formar “sujetos”, debemos centrarnos en el papel de los docentes cuyo papel de enseñantes se define mejor cuando sabe comunicarse con sus alumnos y con el personal administrativo y que no sólo reducen su trabajo a enseñar ciertos conocimientos en historia, español o matemáticas.

Debemos dejar atrás la postura de protegernos detrás de ciertas disciplinas que provoca una ruptura con los alumnos, debemos dejar atrás aquella visión de la escuela como caja negra, donde los resultados de los alumnos esta determinado por su origen, incluso antes de que entren a los centros escolares.

Conclusión

Nuestro país pasa por momentos muy complicados. Cada uno de nosotros debemos tomar una postura ante estos sucesos, no importa en la actividad en la que nos desempeñemos, siempre debemos de velar por el interés de los que nos rodean. Debemos luchar porque nuestros derechos se hagan efectivos, sobre todo aquellos que se refieren a recibir una educación de calidad y en relación con nuestro medio ambiente cultural, donde sean respetadas nuestras tradiciones y saberes locales, buscando siempre convivir con aquellos que piensan diferente.

En esta tarea, el papel del docente del nivel que sea, es fundamental, pues nuestro trabajo redundará en que tengamos sociedades más tolerantes y democráticas donde se respeten los derechos y se formen verdaderos sujetos que reproduzcan estos esquemas de convivencia. Espero que esta introducción general al pensamiento de Alain Touraine, nos sirva para conocerlo mejor y en futuras colaboraciones

abordaré otros temas de su amplia obra.

Bibliografia

Touraine Alain (2005) Un Nuevo paradigma para

comprender el mundo de hoy. Paidós.

España.

--------------------(2008) Conferencia magistral con

motivo de la Cátedra Alain Touraine.

Universidad Iberoamericana Plantel Puebla.

Foto tomada de:

http://www.periodistadigital.com/imgs/20080521/alaintouraine.jpg

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