sábado, 19 de julio de 2008

ARTÍCULO sobre la lectura por Jorge Ramírez


EL CONSUMO DE LA LECTURA

(La otra cara)

Jorge Ramírez Soriano

Antropólogo y colaborador en La Academia Veracruzana de las lenguas Indígenas

lleva a cabo proyectos encaminados a la promoción de la lectoescritura

en castellano y en lengua indígena.

En varias ocasiones me he resistido a emitir valoraciones en lo que se refiere a los avances de lectura, sobre todo, cuando se insiste en otorgar cifras, estoy convencido que para expresar juicios en cuanto a las maneras de cómo se introduce el libro para crear lectores se pierda de vista muchas veces su función como objeto y el papel que juega en la sociedad; ciertamente, se pueden manejar cantidades y de alguna manera hasta construir gráficas o mapas de distribución, dónde se encuentra la mayor o menor concentración de las adquisiciones de estos bienes culturales, y por qué no, hasta aventurarnos a llevar a cabo una clasificación de la sociedad entre sectores de población: los que leen y los que no lo hacen.

Sin embargo, no puedo decir lo mismo en cuanto al uso que se le da a este objeto ya de manera particular y el valor que representa el libro para cada usuario, estos son valores subjetivos muy difíciles de cuantificar. El fomento o la promoción de la lectura y su avance en la sociedad es otra cosa desde mi punto de vista: es encontrar el significado y la presencia de éste objeto en nuestra vida y descubrir el uso que le otorgamos; descubrir las relaciones que se registran entre el objeto y el lector como sujeto, y más allá, poder revelar los productos resultantes de esta relación de forma bilateral, es decir, que nos ha dejado el uso del libro mediante su lectura y cómo ha influido su contenido en la forma de pensar y actuar del lector. Existe el otro valor que podemos identificar: el que otorga prestigio, status, el económico; o bien el otro valor, el que se refiere al atesoramiento sólo por contar con un buen número de libros en una biblioteca en nuestro hogar.

Los que nos dedicamos al fomento de la lectura nos podemos preguntar:

¿Cómo podemos decir que avanzamos en la promoción de la lectura?

Por lo general estamos acostumbrados a recibir u otorgar avances cuantitativos cuando deseamos conocer los impactos o avances de algún programa; en el caso concreto de la promoción de la lectura como acción social, se hace difícil emitir un juicio de valor sobre ésta acción y la manera en que hemos impactado en la sociedad o grupo al que dirigimos nuestra acción, sólo con acciones cuantitativas, sobre todo, si lo queremos ver únicamente mediante el indicador consumo de libros, de esta manera, estamos parcializando la respuesta, sesgándola al mercantilismo.

La respuesta que puedo dar, va más allá de una valoración cuantitativa, resulta harto difícil emitir una opinión precisa acerca de cómo hemos impactado o avanzado en cuanto a la promoción de la lectura como acción social. La lectura o su fomento incluye una serie de actividades en torno al libro y lo que ello implica, requiere echar mano de otras estrategias que escapan del consumismo, sin embargo, cuando se trata de llevar a cabo el recuento de las acciones que se han realizado en materia de lectura, es común que nos perdamos en el camino citando cantidades de obras impresas, vendidas, otorgadas, distribuidas, bibliotecas abiertas, colecciones entregadas, etc. Pero cabe una pregunta: ¿En realidad han sido leídas?

En todo caso, debemos decir que la lectura y su promoción son actividades que se hacen complejas donde se ponen en juego una serie de estrategias que recaen en el desarrollo de habilidades del pensamiento difícilmente cuantificables en forma objetiva y éstas no pueden ser medidas exclusivamente con la venta de libros en un intervalo de tiempo definido, luego dividir la cifra resultante entre el total de la población para tener un consumo percápita y de esta manera calificar si la población de la que hablamos es lectora o no.

En todo caso vendría otra pregunta:

¿Qué actividades de acercamiento al libro y cuántas de éstas se promueven de forma sistemática para atraer a los potenciales lectores a las librerías y promover sus contenidos independientemente de los precios o las ofertas?

¿En caso afirmativo, logran crear lectores? O nos quedamos sólo en los números.

Sabemos que para llegar a ser un lector asiduo es necesario transitar por un proceso que se va construyendo poco a poco, proceso en el cual se van adquiriendo y desarrollando habilidades del pensamiento; entonces, se dificulta cuantificar las formas en que estas acciones hacen acto de presencia de una manera inmediata. Esta valoración es observable cuando se pone en práctica lo aprehendido con la lectura.

En mi opinión, puedo decir que en los últimos años sí se ha avanzado en lo que se refiere a la promoción y fomento de la lectura, no valorándola desde los referentes de compra-venta de libros, apertura de bibliotecas o cuantificación de usuarios, no, pero si se puede mediante un acercamiento con otra mirada aquellas habilidades producto de interacción con los libros, sus consecuencias las descubriremos a la postre.

Mediante esta reflexión queremos invitarlos a que dejemos de lado las preocupaciones numéricas y nos centremos en una valoración cualitativa que incide en el desarrollo de las habilidades que se dan al interior de los niños, estudiantes, adultos y sociedad en general.

¿Cómo encontrarlas?

Escuchándolos hablar, las formas en que abordan una conversación, un problema para resolverlo, las estrategias utilizadas en su capacidad de análisis y síntesis, permitir que emitan sus opiniones respecto al mundo que los rodea, es decir, cómo hacen uso de estas habilidades que han desarrollado con la práctica de la lectura, revisar la intencionalidad de su conversación, las reflexiones que hacen ante una situación dada, las estrategias que utilizan para resolver los problemas que se les plantean o se les presentan y para resolver las situaciones futuras en el transcurso de su vida.

Finalmente podemos concluir que los avances en materia de promoción de la lectura sólo pueden valorarse de manera objetiva en la medida en que tenemos la oportunidad de dialogar con los escritores, cuestionarlos, asentir o disentir sobre lo dicho, para luego compartir nuestros puntos de vista y nada mejor que propiciar espacios donde nos demos cita los libros, lectores y sociedad y estar de acuerdo que la lectura es otra forma de vivir.


comentarios ramzsorj@hotmail.com

2 comentarios:

Nancy Ortiz dijo...

a jorge lo conocí en el encuentro de experiencias del libro del Rincón, lugar donde trabajó por mucho tiempo. me comenta que ahora esta en la academia veracruzana de lenguas indigenas. quiero darle la bienvenida al espacio de actores sociales y a reiterarle mi invitacion a seguir participando en este proyecto. gracias. esperamos los siguientes textos y experiencias en el ambito indigena. saludos.

Bruno Ferreira dijo...

Muy puntual y certero, a mi parecer, el texto de Jorge. Bienvenido sea más material como el que ahora comparten.
Saludos, Nancy, Orazio.