domingo, 17 de diciembre de 2006

CRÓNICA de viaje a Bélgica


Sociedades Belgas



Por Nancy Ortiz
Alumna de Sociología SEA UV


“La felicidad, sépalo el lector, tiene muchos rostros.
Viajar es, probablemente, uno de ellos.”
José Saramago

Bélgica es un país con 30 158 km² que se pueden recorrer de Norte a Sur en poco más de dos horas. A pesar de ser un país tan pequeño es curioso observar como el país se encuentra perfectamente diferenciado por sus distritos. Curiosamente como en casi todos los países y regiones del mundo, en el norte viven los que parecen ser más ricos y concentrar el poder del país con las mujeres más bellas (dicen los belgas), sin embargo los del sur dicen ser los más cultos y refinados.
Llama la atención que Bélgica sea un país tan pequeño y no sean capaces de ponerse de acuerdo en el idioma que utilizan. Al norte del país hablan neerlandés, también llamado en español “flamenco”, al sur hablan francés y en algunos distritos del Este hablan alemán y gran parte de la población habla inglés. 
Pese a ser un país pequeño Bélgica tiene muchas cosas, como el record de mayor tipo de cervezas en sus bares, las hay oscuras, claras, rubias, de diferentes nacionalidades, con especias, hiervas, frutas y sabores (las cuales son las preferidas de las mujeres y los gay, dicho por los propios belgas). También se jactan de tener la mayor variedad de chocolate, el cual es tan esquistos y deliciosos que uno siempre quiere más, las tiendas de chocolate se adornan con grandes fuentes de ese deliciosa líquido negro. Bélgica tiene de las mejores autopistas en Europa, están completamente iluminadas, muy bien señaladas, perfectamente asfaltadas y lo más importante, son gratis.


Lo mejor de los belgas es lo civilizados que parecen ser, todo es con mucho orden y precisión. Los belgas culturalmente son muy diferentes a nosotros los mexicanos, lo que en México pueden ser practicas sociales aceptadas, en Bélgica son reprobables y viceversa. Por ejemplo, allá la gente no conduce sin licencia, cinturón de seguridad, ni mucho menos ebria, son situaciones que ni siquiera se cuestionan si las tienen o no que hacer, simplemente siguen las reglas. En Bélgica la gente tiene una cultura de cuidado del medio ambiente bien incorporada a su vida cotidiana, la basura la clasifican por varios tipos y es socialmente reprobable quién no lo hace. También reprueban que los habitantes de la ciudad recurran a servicios de prostitutas y table dances, piensan que la gente que realiza esas prácticas es gente desdichada que tiene que pagar para obtener sexo; las relaciones sexuales extramaritales y la unión libre son bien aceptadas desde temprana edad. Fumar marihuana es socialmente aceptado y casi todos los jóvenes belgas la han probado, aunque no es una practica legal es muy recurrente en algunas fiestas. Para los belgas es sencillo viajar a Holanda y conseguir con facilidad en los coffes shops marihuana de muchos estilos y variaciones. Aunque en el país hay grandes manifestaciones de racismo, parece que la diversidad es característica de Bélgica, pues convive gente de muchos países y regiones del mundo.
Bruselas es la capital de Bélgica y de la Unión Europea, es una ciudad muy cosmopolita y moderna, hay habitantes de todo el mundo y sus culturas se entrelazan para convivir en ahí
El centro de la ciudad está lleno de restaurantes de muchas partes de mundo, curiosamente lo que menos se observa son restaurantes de comida Belga, lo que si abundan son cadenas de papas fritas y recuerdos del Manneken Pis (niño orinando). La fotografía con el Manneken Pis es obligada para los turistas, es una pequeña estatua de un niño orinando situada en una pequeña fuente, la imagen es prácticamente el emblema de Bélgica, al niño lo visten de muchas maneras y su figura está en muchos souvenirs. La historia sobre el Niño orinando y su importancia varia mucho.
La fe parece haber abandonado a Bruselas, las iglesias son más de ornamento que santuarios para curar el alma, algunas son utilizadas como bares, museos, salones o simple y sencillamente están abandonadas, algunas de ellas tienen un estilo gótico muy bonito.
En Bruselas todas las calles tienen dos leyendas, una en francés y la otra en flamenco, lo mismo sucede con los letreros o avisos. Hasta los subtítulos de las películas deben estar en ambos idioma, pero en algunos trabajos la gente utiliza el idioma ingles.


Bélgica tienen muchas pequeñas ciudades con personalidades bien definidas. Las más bellas son: Brujas (Brugge) y Gent o Gante en castellano que se caracterizan por sus iglesias, monumentos y canales de estilo gótico. En verano en Gent se hace un festival musical que dura 10 días, la ciudad se llena de escenarios para escuchar grupos y música con diferentes ritmos, ese festival congrega muchos turistas y gente de todo el mundo, en la noche parece ser la locura, la ciudad se llena de gente, color, cantos y bailes de muchas regiones e idiomas.
Otra ciudad famosa de Bélgica es Amberes (Antwerpen en neerlandésEl nombre de esta ciudad proviene de una leyenda donde un gigante habitaba el río Escalda, cobrando peaje a los barcos que quisieran pasar, si un barco no pagaba, el gigante cortaba la mano del capitán y la arrojaba al río; un día, un Centurión Romano, cansado del abuso, cortó la mano del gigante y también la lanzó. La leyenda es representada por una estatua (un poco sangrienta para mi gusto) en la plaza principal de la ciudad. En Amberes hay un túnel subterráneo que atraviesa el río y te lleva al otro lado de la ciudad, para entrar al túnel se utilizan escaleras eléctricas y se atraviesa el túnel caminando o en bicicleta. El túnel es una muestra de la planificación e ingeniería belga.


Hay una pequeña pero bella ciudad llamada Spa, famosa por su agua, llamada de la misma manera que el lugar. Ahí está situado el spa (balneario) más bonito de Bélgica, dicho por los propios belgas. En Spa el clima es extremo, en invierno hay tanta nieve que la gente va a esquiar y en verano tanto calor que la gente visita el spa. El cual tiene albercas, sobra decir que de lujo, camas de bronceado (pues los belgas están locos por tratar de ser un poco morenos, por ello lo latino tiene mucho pegue allá), jacuzzis, dispositivos de hidromasaje, instalaciones y servicios de primera. En esa pequeña ciudad cada año en verano se hace un festival (Francofolies) que reúne bandas de lengua francesa, el festival congrega muchos visitantes, principalmente belgas. El ambiente se pone muy bien, la gente se muestra muy alegre, divertida y hospitalaria.
Sin lugar a duda Bélgica es un país envidiable para cualquier país de Latinoamérica, pues tienen un alto nivel de vida, buena educación, empleos bien remunerados, servicios de primera y un gobierno eficaz que ve por el bienestar social.

Foto: Nancy Ortiz

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