martes, 8 de septiembre de 2009

CRÓNICA de Viaje a bahías de Huatulco

Viajando al Pacífico

Por Nancy Ortiz


Para mi hermanito Alecs, que se dejó pervertir


Para viajar hacía las Bahías de Huatulco uno tiene que manejar a través de una carretera donde predominan las curvas. El paisaje es solitario, árido y pobre. Cuando aparece la desviación hacía las bahías, parece como si entráramos a otro país como bien lo expreso nuestro buen amigo neerlandés.

De repente el paisaje cambia, deja de haber aridez. La pobreza termina para dar paso a bulevares con pasto, plantas y árboles bien regados. Lujosos hoteles y restaurantes aparecen frente a nosotros, claro, no podemos ver el mar, las playas son privadas y sólo se puede llegar a ellas a través de los hoteles.



La primera parada la hicimos en un pueblo que se llama la crucecita. Ese pueblo tiene alrededor de 20 años de fundación, se creó cuando a Miguel de la Madrid se le ocurrió que los terrenos cerca de las bahías debían pertenecer a mexicanos ricos y no a oaxaqueños pobres. En ese sexenio se dio la expropiación de muchas tierras, muchas de ellas a la fuerza y con violencia. Pues los ejidatarios que se negaban a vender sus tierras eran encarcelados, golpeados y amedrentados. El gobierno una vez más gano la batalla, la gente vendió, el gobierno les construyó la crucecita y ahora los terrenos frente al mar pertenecen a lujosos consorcios hoteleros con playas privadas o a personas con mucho dinero que pueden pagar una casa de verano a la orilla de las bahías.

Pese a esto, los lugareños son optimistas y dicen que por lo menos ahora pueden vivir del turismo. Están tan organizados que venden hasta lo que uno no sabía que podía necesitar.

La crucecita es un pequeño pero bonito pueblo turístico. Hay servicios de todo tipo y todos los precios, aunque en general los servicios se caracterizan por ser un poco caros.

En el pueblo la gente te ofrece paquetes para viajar en lancha o yate, los precios van desde los $250 por persona hasta los $5000. Tomar el viaje resulta divertido, pues en las bahías hay arrecifes de corar rayas o tortugas marinas gigantes que a veces salen a saludar a los viajeros. También puedes pescar en alta mar y visitar todas las bahías de la zona.

Otras de las actividades favoritas es snorquelear en los arrecifes, la experiencias puedes ser fascinante o aterradora para aquellos que no conviven mucho con la naturaleza.


Segunda parada Puerto Escondido

Podría pasar el resto de mi vida sin volver a ir a Puerto Escondido y no lo lamentaría. Aunque la playa es bonita no es apta para nadar, está bien para los chicos surfistas y para los adolescentes reventados. El pequeño pueblo se empieza a llenar de vida a partir de las 3 de la tarde, cuando los turistas se van levantando del desvelo de la noche anterior. Sólo se paran temprano los interesados en el surf. La vida nocturna es alocada y más en temporada alta. Los jóvenes pasean ebrios y drogados por doquier. Hay ambiente en muchos de los antros del lugar aunque también hay gente tirada y uno no sabe si llamar a una ambulancia o pasarle una cobija, si está muerto o sólo está hasta el tope de cerveza.

Puerto Escondido es altamente recomendable para jóvenes que gustan del regue, surf, sexo, mota y alcohol al mismo tiempo y en un ambiente alocado. Habrá otros que gusten de las mismas cosas pero en ambientes más acogedores. Ah por cierto, los servicios en Puerto también pueden llegar a ser muy caros.


Tercera parada Mazunte



Mazunte es la onda. El oleaje es muy fuerte pero menos agresivo que en puerto escondido, uno puede nadar un poco más. Aunque les aconsejo utilizar traje de baño bien ajustado o de una sola pieza para evitar perdidas de algunas de ellas. Claro, si pierden algunas de las piezas de su bikini no pasa nada, pues en esa zona están acostumbrados a los desnudos totales y parciales.

Las olas son tan furiosas que Incluso estando sentada en la orilla uno no se escapa de las fuertes olas, estas pueden llegar incluso por detrás (aun no entiendo como sucedió) y revolcarte unos cuantos metros como nos sucedió a Evelyn, Mely y a mi. Aunque para ser sincera las tres estábamos más preocupadas en no perder el bikini que en morir ahogadas, ya saben, muertas pero vestidas.

He de confesar que utilizar bikini de dos piezas no es muy funcional cuando uno quiere realizar actividades con un poco de movimiento, en más de una ocasión he estado apunto de perder alguna de las piezas. Una de las peores veces fue en Monte pio cuando iba colgada de una babana y tuve que soltarme para ir al rescate de una parte de mi traje de baño. En otra ocasión, cuando me metí a una cascada y salí revolcada entre piedras, lo menos que me paso fue perder mis sandalias, salir con moretones y raspones. Y la ultima vez en Mazunte al ser revolcada varias veces por las gigantescas olas. Eso sí, revolcada pero exfoliada.



En el pacifico, la arena es más clara y el paisaje del mar es muy bonito, pues se alzan peñascos a la orilla de la playa lo que le da una composición muy especial.

La comida de mazunte resulta ser alternativa y rica. La onda ahí también es el surf, el regue, la mota y el alcohol, todo esto en un ambiente mucho más relax.

Las cabañas y habitaciones están mejor acondicionadas y más económicas que en Puerto Escondido. El lugar está lleno de extranjeros europeos y gente altermundista. También hay muchos jóvenes que dejaron de ser adolescentes.

En el pueblo hay una tienda de productos de belleza naturista conformada por una cooperativa de mujeres oaxaqueñas. Los productos son relativamente económicos y pueden ser muy buen obsequio para regalar.

La zona en general, resulta ser un complejo turístico muy bello. Lamentablemente las grandes ganancias, como siempre, sólo le pertenecen a unos cuantos.

3 comentarios:

  1. me gusto
    gracias por la dedicatoria 8-)
    y se dice coral no corar

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  2. Ahora hasta el estilo corriges. Te nombraré editor del blog.

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  3. Me encantaría viajar hacia las Bahías de Huatulco, parecen ser un lugar natural esplendido con bonitas playas para disfrutar del clima caluroso mexicano. Muy linda tu redacción, saludos!

    Matías - Hoteles Huatulco

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