SOBRE el regreso del PRI

LAS VIEJAS PRACTICAS DEL NUEVO PRI

Por Nancy Alejandra Ortiz Ochoa

Las artimañas del viejo PRI se dejaron ver con el supuesto nuevo PRI. Si bien es cierto que no esperaba que los partidos de izquierda ganaran, tampoco esperaba que la derrota fuera tan avasalladora. Aunque también es cierto que las dirigencias de estos partidos poco hicieron para que sucediera lo contrario.

Lo que más me indigna del proceso electoral, es que la gente conviva con las mismas prácticas ilícitas de siempre y sigan actuando como si fuera algo “normal” con lo que hay que vivir. Qué pasa por la cabeza de la gente cuando acepta dádivas a cambio de su voto, ¿Acaso no piensan que están siendo parte del sistema político tan corrupto que tanto desprecian? ¿Qué no razonan que esos “regalos” son productos del robo, la extorsión, la corrupción y que al final se los cobrarán con creces?

Que rápido olvidaron los mexicanos que este partido instituyó la burocracia, la corrupción, el presidencialismo, puso este país patas arriba, lo peor de todo instauró el sistema político y económico en el que estamos inmersos.

Me resisto a creer que cada pueblo tiene el gobierno que merece, sin embargo, ayer, durante la jornada electoral, mientras veía como taxis iban y venían con ancianos de 80 años que parecían traídos de asilos, taxis con acarreados de colonias populares, casas de “operación” cerca de las casillas, negativa de los representantes del PRI por contar y firmar las boletas al inicio de la jornada, presión por parte de “ciudadanos” para iniciar y terminar con precipitación la jornada electoral, la poca o nula capacitación de los funcionarios de casilla que ni siquiera sabían cual era un delito electoral, la negativa de los funcionarios de casilla por asentar las irregularidades del proceso, la presencia de militantes priístas dentro y fuera de las casillas y sobre todo la descarada indiferencia por parte de las autoridades, eso me puso a pensar, que la corrupción de los partidos políticos está alentada por los ciudadanos, son ellos los que realizan esas acciones, las avalan y hasta legitiman. El proceso electoral la hacen ciudadanos, ellos cuentan y comenten, elección tras elección los errores y omisiones de siempre.

Hoy, creo que el problema no se encuentra en la clase gobernantes, pues ellos gobiernan gracias a nosotros, gracias a todos aquellos que avalan sus acciones.

De alguna manera, los ciudadanos son más responsables de lo que creen. Pues con sus acciones aceptan, actuan, callan, omiten y avalan los errores de la democracia. Por eso, creo que México, lamentablemente, tiene lo que merece.

Mientras no haya más educación, mayor conciencia ciudadana y mayor participación, las cosas seguirán igual o peores por 80 años más.