LA ALIENACIÓN COMO RESULTADO DEL CAPITALISMO
Ivo Sainz Escoto
Estudiante de la carrera de Sociología de la Universidad Veracruzana
INTRODUCCIÓN
La propuesta de la obra Marxista, es sobre todo una reacción a la transformación que produjo la Revolución Industrial, sobre todo en Inglaterra a lo largo del siglo XIX, al crear una nueva sociedad de máquinas y fábricas, de ferrocarriles y barcos de vapor, de masas de trabajadores industriales, viviendo hacinados en superciudades y en condiciones deplorables.
Las primeras fases de la Revolución Industrial pueden considerarse en muchos aspectos caóticas y negativas: hollín, barrios bajos, maquinaria poco segura, crueles patronos y niños trabajadores: éstos eran sus rasgos mas sobresalientes. Para la clase capitalista (es decir, la clase que posee y controla los recursos productores de riqueza, como las fábricas) supone la generación de una gran riqueza, sin que se den aparentes beneficios inmediatos para los trabajadores. Probablemente, no sufren mucho más de lo que hacían sus antecesores en el campo, pero ahora su padecimiento es mucho más obvio.
Los trabajadores además, tienen que enfrentarse a un nuevo tipo de inseguridad, que antes no conocían las personas que vivían de la agricultura. En el capitalismo el crecimiento económico es muy irregular, a veces se producen periodos de gran prosperidad que se alternan con terribles colapsos, que implican el cierre de fábricas y que un gran número de trabajadores sean arrojados a la calle y queden sin empleo.
De esta breve introducción podemos afirmar lo siguiente que nos servirá de guía para este trabajo; El concepto de la alienación, aunque ya lo habían mencionado Freubach y Hegel, Marx le da un nuevo enfoque aunque no lo menciona en la mayoría de sus textos, es sin duda un gran aporte teórico, es el mas rico de toda su obra, ya que en esta definición se encuentra la respuesta de todos los males que genera el capitalismo. Como lo menciona George Ritzer, en su obra Teoría Sociológica Clásica:
“En sus primeras obras, Marx denominaba alienación a las distorsiones que causaba la estructura de la sociedad capitalista en la naturaleza humana. Aunque en su obra posterior evitaba este termino altamente filosófico, siguió siendo de otra guisa, una de sus principales preocupaciones” (Ritzer, 1993: 183).
En la obra de Marx podemos ver como él centro su análisis en las estructuras del capitalismo que causaban la alienación. El ofreció una teoría en la que consideraba a la alienación demasiado arraigada en la estructura social. La estructura social es la que genera el rompimiento en las condiciones naturales del hombre.
DEFINICIÓN DEL CONCEPTO DE ALIENACIÓN
A esa explotación, por la cual el trabajador es menospreciado en sus derechos, y obligado a vivir materialmente en un nivel infrahumano, Marx la define como alienación económica.
En la base de esta delación está toda una teoría sobre el valor económico. Según Marx, el precio de una mercancía está medido en función del trabajo humano allí plasmado. Esto significaba para Marx, que de acuerdo con “las horas de trabajo socialmente requerido” para elaborar un artículo, es como se debe fijar el precio del mismo.
Ahora bien, el trabajador es el dueño natural de ese artículo que ha elaborado. Pero en el sistema capitalista, el trabajador es quien no posee nada; recibe un salario de hambre, quedando el producto en poder del empresario, quien lo vende con un precio que incluye una plusvalía o utilidad del capitalista, es decir un salario no pagado. Mientras el trabajador queda confinado en la clase proletaria, absolutamente inerme, sin derechos, y sin energías para exigirlos, el capitalista, por su parte, se va enriqueciendo a velocidades cada vez mayores, vive en medio de lujos, viajes y derroches, y aún tiene para acumular y amasar “sus ahorros” en nuevas inversiones de capital.
Lamentablemente es tan dura la fuerza que ejerce el capitalista, que el trabajador no toma conciencia de esa explotación, vive completamente al servicio del capitalista, que ha encontrado las mejores maneras para nunca liberar al obrero, absorbiéndolo al máximo y obligándolo a vivir en una situación deplorable, consumiendo todas sus energías. Al trabajador no le queda más que amanecer día con día, con la única esperanza de terminar rápido con su jornada.
Así pues, la alienación la podemos entender como la conversión de los productos de la actividad humana (productos del trabajo, relaciones sociales y políticas, normas de moral, teorías científicas, formas de conciencia social), al igual que de las propiedades y capacidades del hombre, en algo independiente y ajeno a éste y que lo domina.
La alienación es un momento transitorio en la historia de la sociedad, algo derivado de la división de trabajo y la propiedad privada que lleva a que las relaciones entre los hombres se establezcan de modo espontáneo y a que salgan de su control. De esta suerte cada tipo de actividad (trabajo, ciencia, arte, gobierno) se convierte en monopolio de un reducido grupo de personas y se transforma en algo extraño con relación al resto de los miembros de la sociedad.
Así, la actividad de la sociedad y sus productos quedan enajenados a los individuos. En la esfera económica la alienación se expresa en el dominio de la propiedad privada (los productos del trabajo no pertenecen a quien los produce), en la conversión del trabajo en una actividad forzada, impuesta al hombre desde fuera; en la contraposición de intereses entre las diferentes clases. En la vida político-social la alienación se manifiesta en la espontaneidad del desarrollo de la sociedad, en la incapacidad del hombre frente a las fuerzas creadas por él (guerra, crisis, etc.).
De este modo las relaciones entre los hombres revisten la forma de relaciones entre cosas (fetichismo) y los hombres quedan despojados de sus cualidades humanas, se despersonalizan. El hombre no determina por sí mismo lo que puede y debe hacer, sino que se somete a las fuerzas incontroladas que dominan sobre él, casi nunca alcanza los objetivos para los que emprende ya unas, ya otras acciones; le parece que las normas y formas de su vida no emanan de la naturaleza de la actividad conjunta de los hombres, sino que le son impuestas, bien por otras gentes, bien por fuerzas sobrenaturales.
De modo que quedan desfiguradas en su conciencia sus verdaderas relaciones, le surgen distintas ilusiones y extravíos. La liquidación de los antagonismos sociales, de las relaciones de explotación, es la base para superar la alienación.
COMPONENTES BÁSICOS DEL CONCEPTO DE ALIENACIÓN.
En su libro de Teoría Sociológica Clásica, haciendo un estudio minucioso de la obra de Marx, Ritzer definiéndola él mismo, nos habla de cuatro componentes básicos del concepto de la alienación:
“Primero, en la sociedad capitalista, los trabajadores están alienados de su actividad productiva. En tal sociedad los trabajadores no trabajan para si mismos, para satisfacer sus propias necesidades. Trabajan para los capitalistas, que les pagan un salario de subsistencia a cambio del derecho a utilizarlos en lo que deseen. Trabajadores y capitalistas creen que el pago de un salario significa que la actividad productiva pertenece al capitalista. Puesto que la actividad productiva pertenece al capitalista, y puesto que es él quien decide lo que hay que hacer con ella, es fácil comprobar que los trabajadores están alienados respecto a su actividad. En lugar de ser un proceso satisfactorio en y por si mismo, la actividad productiva se reduce a un aburrido e idiotizante medio de cumplir el único objetivo que de verdad importa en el capitalismo: ganar el suficiente dinero para sobrevivir." (Ritzer, 1993: 184).
El obrero, victima de la alienación, al percibir bajos ingresos, tiene que vivir en una situación de pobreza, que lo obliga a trabajar en el primer empleo que encuentre y con el salario que el capitalista le ofrezca. Esto hace que el obrero trabaje sin ninguna ilusión y de mal humor, únicamente porque tiene que cumplir con esa tarea, para percibir un modesto salario. A los capitalistas no les interesa pagarles un mejor salario o darles alguna clase de incentivos a sus trabajadores, ya que si se inconforman, son despedidos y el capitalista rápidamente contrata otro empleado, ya que en las calles hay una gran cantidad de obreros, esperando por una oportunidad, Eso genera un circulo vicioso, en el que el obrero trabaja mal y en el que al patrón no le interesan sus trabajadores. Ritzer nos da un segundo componente de la alienación:
“Segundo, los trabajadores están alienados no sólo respecto de las actividades productivas, sino también del objeto de esas actividades: el producto. El producto de su trabajo no pertenece a los trabajadores y no pueden utilizarlo para satisfacer sus necesidades primarias. El producto, como el proceso de producción, pertenece a los capitalistas, que pueden usarlo como deseen. Esto suele significar que lo venden para obtener beneficio. Los trabajadores no sólo no ejercen control alguno sobre el producto, sino que, en la mayoría de los casos, tampoco tienen una percepción correcta de lo que producen. Suelen realizar tareas muy especializadas, a resultas de lo cual apenas perciben el papel que juegan en el proceso de producción." (Ritzer, 1993: 184).
Los obreros, pierden toda su esencia de seres humanos, se convierten en una máquina, sin vida propia, que sólo trabaja para conseguir un poco de alimento para su subsistencia, y la de los suyos, convirtiéndose en victima de otos elementos capitalistas, el obrero no toma conciencia de la importante labor que tiene dentro del sistema de producción. El obrero es la base de toda la producción, y un ejemplo importante nos lo brinda Ritzer en su obra:
“Por ejemplo, los trabajadores de una cadena de montaje de automóviles que aprietan los tornillos de una turbina apenas se percatan de su papel en la producción de un motor, y no digamos de su contribución a la producción de un automóvil entero. Las cadenas de montaje suelen ser tan largas y tienen tantos eslabones que los individuos se limitan a cumplir un papel insignificante en el proceso global. Como les corresponde cumplir esos papeles de escasa importancia, los trabajadores suelen creer que es la cadena de montaje, no las personas que trabajan en ella, lo que produce el producto final” (Ritzer, 1993: 184 y 185).
Mientras más trabaja el obrero, tiene menos para consumir; mientras más valores crea, más se deprecia y disminuye su dignidad; mientras lo que produce toma más forma, él se deforma; mientras más a tono con la civilización es el objeto de su trabajo, más bárbaro se torna el obrero, incluso, volviéndose en contra de sus compañeros ya que el capitalista ha diseñado formas para confrontar al trabajador como nos lo explica ritzer en su tercera característica de la alienación:
“Tercero, en el capitalismo los trabajadores están alienados de sus compañeros de trabajo. Marx parte de la premisa de que las personas necesitan y desean trabajar en colaboración con otras para extraer de la naturaleza lo que necesitan para sobrevivir. Pero el capitalismo destruye esa cooperación natural, y las personas, especialmente los extranjeros, se ven obligados a trabajar codo con codo para los capitalistas. Aún cuando los trabajadores de una cadena de montaje, por ejemplo, sean íntimos amigos, la naturaleza de la tecnología produce una profunda sensación de soledad”. (Ritzer, 1993: 185).
Ritzer nos sigue hablando acerca de la alienación, y los mecanismos que genera el capitalista para confrontarlo con sus compañeros:
“Pero esta situación social es peor que la simple soledad; los trabajadores suelen verse obligados a competir abiertamente, y a veces se producen enfrentamientos entre ellos. Con el fin de extraer la máxima productividad y evitar el desarrollo de relaciones cooperativas, el capitalista enfrenta a los trabajadores entre si para detectar cual de ellos produce más, trabaja más rápidamente y agrada más al jefe. A los que ganan se les da una recompensa extrasalarial; a los que pierden se les despide. En cualquier caso, se genera una hostilidad considerable entre los compañeros de trabajo. A los capitalistas les conviene este enfrentamiento, porque de ese modo evitan ser ellos mismos blanco de la hostilidad obrera. En el capitalismo, la soledad y la hostilidad entre las personas suele alienar a los trabajadores respecto de sus compañeros” (Ritzer, 1993: 185).
Sin duda la alienación es el resultado del capitalismo, causante de los mayores males nunca antes vistos en la historia de la humanidad. En el pasado las personas eran libres con respecto a su producción, en el capitalismo, viven completamente alienados, son víctimas de todo un proceso mecanicista que los absorbe y los hace perder su verdadera esencia, Ritzer nos brinda, una cuarta característica de la alienación:
“Por último, en un nivel más general, los trabajadores están alienados de su propio potencial humano en la sociedad capitalista. Los individuos se realizan cada vez menos como seres humanos y quedan reducidos en su trabajo al papel de animales, bestias de carga o maquinas inhumanas. La conciencia se entumece y, en última instancia, se destruye a medida que gradualmente se van rompiendo las relaciones con otros humanos y con la naturaleza. El resultado es una masa de personas incapaces de expresar sus capacidades específicamente humanas, una masa de trabajadores alienados” (Ritzer, 1993: 185).
Para Ritzer, las personas pierden toda su importancia con respecto de la alienación, ahora a lo que se le da valor es a las cosas, las personas se vuelven fetichistas:
“Los seres humanos dejan de ser creativos y se orientan en soledad hacia la posesión de objetos. Para Marx la propiedad privada hace a las personas tan “estúpidas y estrechas de miras” que sólo perciben un objeto como suyo cuando lo poseen; es decir cuando lo “comen, lo beben, lo visten, o lo habitan”. Por todas esas razones, el trabajo en el capitalismo deja de ser una expresión del potencial humano. De hecho, en muchos sentidos es lo opuesto. Debido a esa total alineación de las funciones humanas una persona ya no puede satisfacer sus capacidades y necesidades humanas y se ve obligada a concentrarse en las capacidades y necesidades naturales” (Ritzer, 1993: 187).
Debido a la alienación las personas, se olvidan de su esencia y se empiezan a comportar como animales, en donde lo único que importa es aparearse, comer y dormir:
“Tal vez sea este el colmo de las consecuencias imprevistas; las personas han producido una sociedad que les permite sentirse a gusto solo cuando funcionan como animales” (Ritzer, 1993: 187).
Es sorprendente como en algunas partes del mundo los obreros, que trabajan en las fábricas, no pueden con su salario ni siquiera comprar lo que ellos mismos producen. Los artículos que se producen, únicamente están destinados a la compra solo para ciertos sectores de la sociedad. Los trabajadores producen y no pueden adquirirlo, los capitalistas no producen nada y pueden adquirir los artículos más costosos:
“Marx afirmaba que el capitalismo era un mundo invertido en el que los que deberían de estar arriba quedan relegados a lo más bajo, y los que merecían estar abajo llegan a la cúspide de la sociedad. Así, las personas consideradas por Marx como las más importantes de la sociedad –los productores (el proletariado)- se encontraban abajo luchando por un salario de subsistencia y dominadas por los capitalistas. Los capitalistas, que no producían nada por sus propios medios y Vivian a expensas del trabajo de otros, constituian la fuerza dominante de la sociedad. El capitalismo también era un mundo invertido en el sentido de lo que llega a ser real para la sociedad. Por ejemplo son las personas las que establecen los precios, pero no reciben el papel esencial que desempeñan en ese proceso. Es más, parece que es el “mercado” irreal el que establece los precios. Finalmente, la realidad de la vida del capitalismo se esconde tras la ilusión de un hecho. Por ejemplo, desde el punto de vista de Marx, los capitalistas explotan al proletariado, pero la creencia común es que son las capacidades de los capitalistas las que confieren el éxito al trabajador” (Ritzer, 1993: 187 y 188).
CONCLUSIONES
El capitalismo en su desarrollo ha ido justificando su dominación mediante la alienación de las relaciones sociales en los distintos campos en que se reproducen. Por otro lado, la alienación ha motivado todo un proceso contrario de lucha contra la falsa conciencia. Este tipo de conciencia genera el proceso de distorsión de la realidad, haciendo al trabajador ajeno y extraño a ella.
La alienación merma significativamente el potencial creativo de los seres humanos, generando que el individuo se sienta extraño a lo que produce, a su cultura, a su verdadero poder, así como le encuentre falta de sentido a su vida, aislamiento social, entre otros.
La teoría de la alienación de Marx estuvo organizada alrededor del trabajo alienado que se genera en el capitalismo, y todas sus consecuencias graves alrededor de los trabajadores y de la humanidad.
Este concepto sociológico, aportado en una forma mas clara por Marx, nos revela que el trabajo que debiera ser fuente de riqueza y realización creativa, individual y colectiva, es bajo el capitalismo, creador de amargura y degeneración, calamidad y miseria. Bajo el capitalismo cuanto más se trabaja más se contribuye a la explotación propia y colectiva. El trabajador no es dueño de la riqueza que produce, es como un extraño de su propia producción. Es alienado…
BIBLIOGRAFIA:
CANALES, Esteban. 1999. La Inglaterra Victoriana. Madrid: Akal.
HARNECKER, Marta. 1969. Los Conceptos elementales del Materialismo Histórico. México: Siglo Veintiuno Editores.
RITZER, George. 1993. Teoría Sociológica Clásica. México: Mc Graw Hill.
La propuesta de la obra Marxista, es sobre todo una reacción a la transformación que produjo la Revolución Industrial, sobre todo en Inglaterra a lo largo del siglo XIX, al crear una nueva sociedad de máquinas y fábricas, de ferrocarriles y barcos de vapor, de masas de trabajadores industriales, viviendo hacinados en superciudades y en condiciones deplorables.
Las primeras fases de la Revolución Industrial pueden considerarse en muchos aspectos caóticas y negativas: hollín, barrios bajos, maquinaria poco segura, crueles patronos y niños trabajadores: éstos eran sus rasgos mas sobresalientes. Para la clase capitalista (es decir, la clase que posee y controla los recursos productores de riqueza, como las fábricas) supone la generación de una gran riqueza, sin que se den aparentes beneficios inmediatos para los trabajadores. Probablemente, no sufren mucho más de lo que hacían sus antecesores en el campo, pero ahora su padecimiento es mucho más obvio.
Los trabajadores además, tienen que enfrentarse a un nuevo tipo de inseguridad, que antes no conocían las personas que vivían de la agricultura. En el capitalismo el crecimiento económico es muy irregular, a veces se producen periodos de gran prosperidad que se alternan con terribles colapsos, que implican el cierre de fábricas y que un gran número de trabajadores sean arrojados a la calle y queden sin empleo.
De esta breve introducción podemos afirmar lo siguiente que nos servirá de guía para este trabajo; El concepto de la alienación, aunque ya lo habían mencionado Freubach y Hegel, Marx le da un nuevo enfoque aunque no lo menciona en la mayoría de sus textos, es sin duda un gran aporte teórico, es el mas rico de toda su obra, ya que en esta definición se encuentra la respuesta de todos los males que genera el capitalismo. Como lo menciona George Ritzer, en su obra Teoría Sociológica Clásica:
“En sus primeras obras, Marx denominaba alienación a las distorsiones que causaba la estructura de la sociedad capitalista en la naturaleza humana. Aunque en su obra posterior evitaba este termino altamente filosófico, siguió siendo de otra guisa, una de sus principales preocupaciones” (Ritzer, 1993: 183).
En la obra de Marx podemos ver como él centro su análisis en las estructuras del capitalismo que causaban la alienación. El ofreció una teoría en la que consideraba a la alienación demasiado arraigada en la estructura social. La estructura social es la que genera el rompimiento en las condiciones naturales del hombre.
DEFINICIÓN DEL CONCEPTO DE ALIENACIÓN
A esa explotación, por la cual el trabajador es menospreciado en sus derechos, y obligado a vivir materialmente en un nivel infrahumano, Marx la define como alienación económica.
En la base de esta delación está toda una teoría sobre el valor económico. Según Marx, el precio de una mercancía está medido en función del trabajo humano allí plasmado. Esto significaba para Marx, que de acuerdo con “las horas de trabajo socialmente requerido” para elaborar un artículo, es como se debe fijar el precio del mismo.
Ahora bien, el trabajador es el dueño natural de ese artículo que ha elaborado. Pero en el sistema capitalista, el trabajador es quien no posee nada; recibe un salario de hambre, quedando el producto en poder del empresario, quien lo vende con un precio que incluye una plusvalía o utilidad del capitalista, es decir un salario no pagado. Mientras el trabajador queda confinado en la clase proletaria, absolutamente inerme, sin derechos, y sin energías para exigirlos, el capitalista, por su parte, se va enriqueciendo a velocidades cada vez mayores, vive en medio de lujos, viajes y derroches, y aún tiene para acumular y amasar “sus ahorros” en nuevas inversiones de capital.
Lamentablemente es tan dura la fuerza que ejerce el capitalista, que el trabajador no toma conciencia de esa explotación, vive completamente al servicio del capitalista, que ha encontrado las mejores maneras para nunca liberar al obrero, absorbiéndolo al máximo y obligándolo a vivir en una situación deplorable, consumiendo todas sus energías. Al trabajador no le queda más que amanecer día con día, con la única esperanza de terminar rápido con su jornada.
Así pues, la alienación la podemos entender como la conversión de los productos de la actividad humana (productos del trabajo, relaciones sociales y políticas, normas de moral, teorías científicas, formas de conciencia social), al igual que de las propiedades y capacidades del hombre, en algo independiente y ajeno a éste y que lo domina.
La alienación es un momento transitorio en la historia de la sociedad, algo derivado de la división de trabajo y la propiedad privada que lleva a que las relaciones entre los hombres se establezcan de modo espontáneo y a que salgan de su control. De esta suerte cada tipo de actividad (trabajo, ciencia, arte, gobierno) se convierte en monopolio de un reducido grupo de personas y se transforma en algo extraño con relación al resto de los miembros de la sociedad.
Así, la actividad de la sociedad y sus productos quedan enajenados a los individuos. En la esfera económica la alienación se expresa en el dominio de la propiedad privada (los productos del trabajo no pertenecen a quien los produce), en la conversión del trabajo en una actividad forzada, impuesta al hombre desde fuera; en la contraposición de intereses entre las diferentes clases. En la vida político-social la alienación se manifiesta en la espontaneidad del desarrollo de la sociedad, en la incapacidad del hombre frente a las fuerzas creadas por él (guerra, crisis, etc.).
De este modo las relaciones entre los hombres revisten la forma de relaciones entre cosas (fetichismo) y los hombres quedan despojados de sus cualidades humanas, se despersonalizan. El hombre no determina por sí mismo lo que puede y debe hacer, sino que se somete a las fuerzas incontroladas que dominan sobre él, casi nunca alcanza los objetivos para los que emprende ya unas, ya otras acciones; le parece que las normas y formas de su vida no emanan de la naturaleza de la actividad conjunta de los hombres, sino que le son impuestas, bien por otras gentes, bien por fuerzas sobrenaturales.
De modo que quedan desfiguradas en su conciencia sus verdaderas relaciones, le surgen distintas ilusiones y extravíos. La liquidación de los antagonismos sociales, de las relaciones de explotación, es la base para superar la alienación.
COMPONENTES BÁSICOS DEL CONCEPTO DE ALIENACIÓN.
En su libro de Teoría Sociológica Clásica, haciendo un estudio minucioso de la obra de Marx, Ritzer definiéndola él mismo, nos habla de cuatro componentes básicos del concepto de la alienación:
“Primero, en la sociedad capitalista, los trabajadores están alienados de su actividad productiva. En tal sociedad los trabajadores no trabajan para si mismos, para satisfacer sus propias necesidades. Trabajan para los capitalistas, que les pagan un salario de subsistencia a cambio del derecho a utilizarlos en lo que deseen. Trabajadores y capitalistas creen que el pago de un salario significa que la actividad productiva pertenece al capitalista. Puesto que la actividad productiva pertenece al capitalista, y puesto que es él quien decide lo que hay que hacer con ella, es fácil comprobar que los trabajadores están alienados respecto a su actividad. En lugar de ser un proceso satisfactorio en y por si mismo, la actividad productiva se reduce a un aburrido e idiotizante medio de cumplir el único objetivo que de verdad importa en el capitalismo: ganar el suficiente dinero para sobrevivir." (Ritzer, 1993: 184).
El obrero, victima de la alienación, al percibir bajos ingresos, tiene que vivir en una situación de pobreza, que lo obliga a trabajar en el primer empleo que encuentre y con el salario que el capitalista le ofrezca. Esto hace que el obrero trabaje sin ninguna ilusión y de mal humor, únicamente porque tiene que cumplir con esa tarea, para percibir un modesto salario. A los capitalistas no les interesa pagarles un mejor salario o darles alguna clase de incentivos a sus trabajadores, ya que si se inconforman, son despedidos y el capitalista rápidamente contrata otro empleado, ya que en las calles hay una gran cantidad de obreros, esperando por una oportunidad, Eso genera un circulo vicioso, en el que el obrero trabaja mal y en el que al patrón no le interesan sus trabajadores. Ritzer nos da un segundo componente de la alienación:
“Segundo, los trabajadores están alienados no sólo respecto de las actividades productivas, sino también del objeto de esas actividades: el producto. El producto de su trabajo no pertenece a los trabajadores y no pueden utilizarlo para satisfacer sus necesidades primarias. El producto, como el proceso de producción, pertenece a los capitalistas, que pueden usarlo como deseen. Esto suele significar que lo venden para obtener beneficio. Los trabajadores no sólo no ejercen control alguno sobre el producto, sino que, en la mayoría de los casos, tampoco tienen una percepción correcta de lo que producen. Suelen realizar tareas muy especializadas, a resultas de lo cual apenas perciben el papel que juegan en el proceso de producción." (Ritzer, 1993: 184).
Los obreros, pierden toda su esencia de seres humanos, se convierten en una máquina, sin vida propia, que sólo trabaja para conseguir un poco de alimento para su subsistencia, y la de los suyos, convirtiéndose en victima de otos elementos capitalistas, el obrero no toma conciencia de la importante labor que tiene dentro del sistema de producción. El obrero es la base de toda la producción, y un ejemplo importante nos lo brinda Ritzer en su obra:
“Por ejemplo, los trabajadores de una cadena de montaje de automóviles que aprietan los tornillos de una turbina apenas se percatan de su papel en la producción de un motor, y no digamos de su contribución a la producción de un automóvil entero. Las cadenas de montaje suelen ser tan largas y tienen tantos eslabones que los individuos se limitan a cumplir un papel insignificante en el proceso global. Como les corresponde cumplir esos papeles de escasa importancia, los trabajadores suelen creer que es la cadena de montaje, no las personas que trabajan en ella, lo que produce el producto final” (Ritzer, 1993: 184 y 185).
Mientras más trabaja el obrero, tiene menos para consumir; mientras más valores crea, más se deprecia y disminuye su dignidad; mientras lo que produce toma más forma, él se deforma; mientras más a tono con la civilización es el objeto de su trabajo, más bárbaro se torna el obrero, incluso, volviéndose en contra de sus compañeros ya que el capitalista ha diseñado formas para confrontar al trabajador como nos lo explica ritzer en su tercera característica de la alienación:
“Tercero, en el capitalismo los trabajadores están alienados de sus compañeros de trabajo. Marx parte de la premisa de que las personas necesitan y desean trabajar en colaboración con otras para extraer de la naturaleza lo que necesitan para sobrevivir. Pero el capitalismo destruye esa cooperación natural, y las personas, especialmente los extranjeros, se ven obligados a trabajar codo con codo para los capitalistas. Aún cuando los trabajadores de una cadena de montaje, por ejemplo, sean íntimos amigos, la naturaleza de la tecnología produce una profunda sensación de soledad”. (Ritzer, 1993: 185).
Ritzer nos sigue hablando acerca de la alienación, y los mecanismos que genera el capitalista para confrontarlo con sus compañeros:
“Pero esta situación social es peor que la simple soledad; los trabajadores suelen verse obligados a competir abiertamente, y a veces se producen enfrentamientos entre ellos. Con el fin de extraer la máxima productividad y evitar el desarrollo de relaciones cooperativas, el capitalista enfrenta a los trabajadores entre si para detectar cual de ellos produce más, trabaja más rápidamente y agrada más al jefe. A los que ganan se les da una recompensa extrasalarial; a los que pierden se les despide. En cualquier caso, se genera una hostilidad considerable entre los compañeros de trabajo. A los capitalistas les conviene este enfrentamiento, porque de ese modo evitan ser ellos mismos blanco de la hostilidad obrera. En el capitalismo, la soledad y la hostilidad entre las personas suele alienar a los trabajadores respecto de sus compañeros” (Ritzer, 1993: 185).
Sin duda la alienación es el resultado del capitalismo, causante de los mayores males nunca antes vistos en la historia de la humanidad. En el pasado las personas eran libres con respecto a su producción, en el capitalismo, viven completamente alienados, son víctimas de todo un proceso mecanicista que los absorbe y los hace perder su verdadera esencia, Ritzer nos brinda, una cuarta característica de la alienación:
“Por último, en un nivel más general, los trabajadores están alienados de su propio potencial humano en la sociedad capitalista. Los individuos se realizan cada vez menos como seres humanos y quedan reducidos en su trabajo al papel de animales, bestias de carga o maquinas inhumanas. La conciencia se entumece y, en última instancia, se destruye a medida que gradualmente se van rompiendo las relaciones con otros humanos y con la naturaleza. El resultado es una masa de personas incapaces de expresar sus capacidades específicamente humanas, una masa de trabajadores alienados” (Ritzer, 1993: 185).
Para Ritzer, las personas pierden toda su importancia con respecto de la alienación, ahora a lo que se le da valor es a las cosas, las personas se vuelven fetichistas:
“Los seres humanos dejan de ser creativos y se orientan en soledad hacia la posesión de objetos. Para Marx la propiedad privada hace a las personas tan “estúpidas y estrechas de miras” que sólo perciben un objeto como suyo cuando lo poseen; es decir cuando lo “comen, lo beben, lo visten, o lo habitan”. Por todas esas razones, el trabajo en el capitalismo deja de ser una expresión del potencial humano. De hecho, en muchos sentidos es lo opuesto. Debido a esa total alineación de las funciones humanas una persona ya no puede satisfacer sus capacidades y necesidades humanas y se ve obligada a concentrarse en las capacidades y necesidades naturales” (Ritzer, 1993: 187).
Debido a la alienación las personas, se olvidan de su esencia y se empiezan a comportar como animales, en donde lo único que importa es aparearse, comer y dormir:
“Tal vez sea este el colmo de las consecuencias imprevistas; las personas han producido una sociedad que les permite sentirse a gusto solo cuando funcionan como animales” (Ritzer, 1993: 187).
Es sorprendente como en algunas partes del mundo los obreros, que trabajan en las fábricas, no pueden con su salario ni siquiera comprar lo que ellos mismos producen. Los artículos que se producen, únicamente están destinados a la compra solo para ciertos sectores de la sociedad. Los trabajadores producen y no pueden adquirirlo, los capitalistas no producen nada y pueden adquirir los artículos más costosos:
“Marx afirmaba que el capitalismo era un mundo invertido en el que los que deberían de estar arriba quedan relegados a lo más bajo, y los que merecían estar abajo llegan a la cúspide de la sociedad. Así, las personas consideradas por Marx como las más importantes de la sociedad –los productores (el proletariado)- se encontraban abajo luchando por un salario de subsistencia y dominadas por los capitalistas. Los capitalistas, que no producían nada por sus propios medios y Vivian a expensas del trabajo de otros, constituian la fuerza dominante de la sociedad. El capitalismo también era un mundo invertido en el sentido de lo que llega a ser real para la sociedad. Por ejemplo son las personas las que establecen los precios, pero no reciben el papel esencial que desempeñan en ese proceso. Es más, parece que es el “mercado” irreal el que establece los precios. Finalmente, la realidad de la vida del capitalismo se esconde tras la ilusión de un hecho. Por ejemplo, desde el punto de vista de Marx, los capitalistas explotan al proletariado, pero la creencia común es que son las capacidades de los capitalistas las que confieren el éxito al trabajador” (Ritzer, 1993: 187 y 188).
CONCLUSIONES
El capitalismo en su desarrollo ha ido justificando su dominación mediante la alienación de las relaciones sociales en los distintos campos en que se reproducen. Por otro lado, la alienación ha motivado todo un proceso contrario de lucha contra la falsa conciencia. Este tipo de conciencia genera el proceso de distorsión de la realidad, haciendo al trabajador ajeno y extraño a ella.
La alienación merma significativamente el potencial creativo de los seres humanos, generando que el individuo se sienta extraño a lo que produce, a su cultura, a su verdadero poder, así como le encuentre falta de sentido a su vida, aislamiento social, entre otros.
La teoría de la alienación de Marx estuvo organizada alrededor del trabajo alienado que se genera en el capitalismo, y todas sus consecuencias graves alrededor de los trabajadores y de la humanidad.
Este concepto sociológico, aportado en una forma mas clara por Marx, nos revela que el trabajo que debiera ser fuente de riqueza y realización creativa, individual y colectiva, es bajo el capitalismo, creador de amargura y degeneración, calamidad y miseria. Bajo el capitalismo cuanto más se trabaja más se contribuye a la explotación propia y colectiva. El trabajador no es dueño de la riqueza que produce, es como un extraño de su propia producción. Es alienado…
BIBLIOGRAFIA:
CANALES, Esteban. 1999. La Inglaterra Victoriana. Madrid: Akal.
HARNECKER, Marta. 1969. Los Conceptos elementales del Materialismo Histórico. México: Siglo Veintiuno Editores.
RITZER, George. 1993. Teoría Sociológica Clásica. México: Mc Graw Hill.
Me hubiera gustado ver citadas las obras del propio Marx y no tanto las interpretaciones de Ritzer, pero me parece interesante que comiencen a aparecer cosas en la página con un enfoque más sociológico.
ResponderBorrarSaludos
A mí me parece excelente que la nueva generación de estudiantes se anime a publicar. Si mal no recuerdo ese es el objetivo de esta página.
ResponderBorrarCreo que la cosa es ir aprendiendo de lo visto en clase, creo que los maestros aportan mucho tiempo y esfuerzo y los programas tienen ecelentes textos para reflexionar, un buen sociólogo no se debe quedar en los manuales, esos son para cuestiones introductorias, que pena que no tengamos la capacidad para dar nuestro nombre completo en la página, el problema del intenet es que camufla y no permnite conocer las identidades de quienes escriben y imposibilitan el debate, ojalá los comentarios no sean anónimos, eso desanima a iniciar debates serios, creo que la mediocridad inicia en no aceptar el debate y los comentarios constructivos, si viene de un sociólogo o alumno de soiciología anónimo que pena, ese es el inicio del desastre. Yo si pongo mi nombre, creo que ya no haré más comentarios en esta página, total, hay que creerse que todo está bien y que el conformismo sacará a nuestro país del atolladero. Que pena, verdaderamente que pena.
ResponderBorraren lo personal también me da gusto que se animen a publicar, pero no me gustaria que el maestro manuel dejara de comentar, pues sus comentarios son constructivos. no todos los comentarios pueden ser bonitos, pero a veces esos comentarios que nos incomodan son los que más nos sirven. no creo que esa sea la solución. exhorto a continuar con el debate como lo hemos hehco y por el contrario mejore y se unan más a este proceso dialectico
ResponderBorrarSon necesarios los comentarios y la observación de lo que intentamos hacer y ser.
ResponderBorrarSer Sociologo es un continuo proceso,por ello creo y me parece acertada la forma en que el Profe. Manuel Hernandez hace sus comentarios en este blog.
Efectivamente somos estudiantes y ahí es donde cabe pulir nuestro trabajo, con profesores como Manuel que dedican un tiempo para darle lectura a estos textos y rendir un comentario.
Es cierto que uno de los Objetivos es que participen como siempre lo digo, el espacio es de quienes participan, pero tambien es necesario que el trabajo se nutra de comentarios y criticas que ayuden a mejorar y hacer trabajos con mucha mejor calidad, por que hay como.
Profe Manuel espero no desista y siga contribuyendo con sus comentarios.