jueves, 14 de diciembre de 2006

ENTREVISTA a James Petras

Chávez demostró que es posible
derrotar a EU y los medios: Petras

Efraín Chury Iribarne, La Haine 10/12/06


“En este próximo semestre creo que el precio del petróleo va a subir hacia los setenta dólares,
y a contramano el dólar va a caer. Porque finalmente la falta de producción manufacturera
y el crecimiento del sector de bienes inmobiliarios están poniendo en cuestión toda
la arquitectura del dólar, y en mi predicción puede subir a 140 por cada cien euros”.

Comentario para Radio Centenario del sociólogo norteamericano James Petras.
Lunes 4 de diciembre de 2006.


Chury Iribarne (CI): La primera pregunta de cuatro puntos que tenemos, es saber tu visión acerca de este triunfo de Hugo Chávez y de la República Bolivariana de Venezuela.
James Petras (JP): Bueno, muestra que un excelente liderazgo, un programa de bienestar social, y la política anti imperialista tienen el respaldo de la gran mayoría, casi dos tercios de la población, que muestra que todos los posibilistas de los gobiernos seudo izquierdistas como el Frente Amplio están equivocados cuando dicen que no se puede hacer cosas contra el poder de los Estados Unidos. Chávez ha mostrado que sí es posible, sí es posible ganar elecciones con gran respaldo, precisamente a partir de una política consecuente.
Lo segundo es que muestra que es posible derrotar al poder norteamericano del gobierno de Bush y los demócratas a pesar de toda la propaganda y las inversiones en los grupos subversivos. El tercer punto es que los medios de comunicación en manos de capitales pronorteamericanos no son decisivos, porque cuando uno tiene un programa y una organización de masas los medios tienen un poder muy relativo y no son tan determinantes como algunos comentaristas siempre mencionan. Esos son algunos de los puntos sobresalientes que debemos comprender y tomar como lecciones para el futuro.

CI: Petras, vayamos al proceso interno venezolano. Los anuncios de la marcha hacia el socialismo, la lucha contra la corrupción, los aspectos económicos, sociales y políticos que ha llevado adelante y que tiene todavía como desafío esta revolución bolivariana.
JP: Yo creo que la primera cosa que deben hacer es un cambio drástico en las leyes laborales, eliminar el trabajo precario y aumentar los contratos fijos. También hay que atacar la informalidad, ofrecer un programa de empleos en los sectores industrial y de servicios porque todavía hay un 38 por ciento de pobres en Venezuela. Lo que se debe enfrentar no solamente con educación, salud y comida subvencionados sino que se necesitan grandes inversiones públicas en el sector productivo o por lo menos proyectos conjuntos con el sector privado para generar empleo. Eso creo que es muy importante.
Y creo que hay que cambiar la estructura interna de las organizaciones políticas, hay que darle más peso a los Comités de base y no a las cúpulas, que en muchos casos vienen de los viejos partidos con muchos políticos que se han subido al tren del chavismo, y hay que hacer una revolución dentro de la revolución.
Otra aspecto es que las cúpulas sindicales chavistas tienen que empezar a trabajar sindicalmente. Creo que un gran defecto de estas cúpulas es que hay un sector que tiene un discurso muy revolucionario, socialista, pero han peleado mucho en las internas y no han avanzado mucho en la organización, por eso hay un 80 por ciento del sector trabajador todavía no sindicalizado.
Entonces para mí es importante la inversión pública, el empleo y campañas para bajar la pobreza a partir del trabajo con cambios estructurales y no simplemente a partir de gastos sociales.

CI: Te queríamos consultar sobre Latinoamérica y la influencia futura en otros procesos del continente, por ejemplo, Venezuela integra el Mercosur, qué significa esto; el aspecto de Centro América que también tiene enlaces importantes y particularmente dos vecinos de Venezuela: Colombia y Ecuador.
JP: Bueno, con Colombia es obvio el gran contraste entre un presidente paramilitar como Uribe que ha generado millones de desplazados con sus campañas militares, que es lo opuesto de todo lo que representa Chávez, o sea la integración de los pobres en los proyectos económicos sociales. Obviamente, si pudiéramos tener una elección Chávez contra Uribe, yo imagino que el margen sería mucho más grande que el que hay actualmente en las elecciones. Entonces con Colombia creo que el impacto de la victoria de Chávez y el avance del programa socio-económico va a significar una gran oportunidad para algunas fuerzas sociales y políticas de ese país.
En Centro América también va a impactar mucho en las organizaciones de masas, pero desafortunadamente yo creo que en el caso de Nicaragua tenemos un entreguista en este viejo Ortega, que está muy metido en el culo del libre comercio, el Fondo Monetario y los millonarios comandantes que lo acompañan. Yo creo que allá tal vez podría cambiar algún voto en los foros internacionales o regionales, pero no vamos a ver demasiado desde la cúpula del sandinismo. Pero pienso que en las bases del sandinismo el contraste entre Chávez y Ortega también puede tener un efecto importante.}
En el caso de México hay otro contraste entre el mal gasto de los ingresos del petróleo en México, donde con este boom de precios, después de Fox hay más pobres que hace seis años y ahora el nuevo, Calderón que yo creo que va a poner mano dura en vez de pensar en una política de distribución de ingresos y eso va a profundizar la polarización en México.
En el MERCOSUR es evidente que los Gobiernos, particularmente de Lula y Tabaré Vázquez, ya tienen fijados sus caminos, que son los caminos del liberalismo y desafortunadamente esa política no va a cambiar. Pero yo creo que a medida que la política económica social en Venezuela se profundice y empiece a extenderse hacia los sectores obreros, puede ser un timbre para despertar a los movimientos de masas que podrán decir "miren cómo aquí se apoya a los banqueros y los exportadores, y en Venezuela se están realizando cambios que benefician a las masas".
Entonces yo creo que la demostración de Venezuela puede tener un efecto contra estos perdedores que se llaman Lula y Tabaré Vázquez. Para eso hay que esperar un tiempo para que el nuevo gobierno de Chávez empiece a profundizar y extender los cambios, pero estoy convencido de que si avanza, las masas populares informadas sobre estos cambios van a exigir algo similar contra sus propios gobiernos.
Sobre la integración no se puede pensar en una profundización cuando Tabaré está metido con los Estados Unidos y Lula está en la onda de los banqueros y especialmente con un gabinete lleno de liberales de centro derecha y derecha. Yo creo que no hay que esperar que haya relaciones de integración profunda entre empresas públicas; es decir, Venezuela va a avanzar por un camino y Lula va por otro. Ahora, con Kirchner creo que habrá algunos intercambios, particularmente en el sector industrial pueden avanzar, pero mientras Kirchner está proponiendo mayores inversiones privadas, incluso en las tierras -Soros es el más grande inversor que tiene Argentina ahora-, y con REPSOL en el sector petróleo, yo no veo que haya muchas posibilidades de una verdadera integración.

CI: Así que Soros es el inversor más grande en este momento.
JP: En el campo sí, exactamente. Pero no está simplemente en el campo, tiene inversiones inmobiliarias, en centros de comercio, etc. Es un pulpo que empieza a tener un gran peso pero que más que nada está invirtiendo en el campo y particularmente en el maíz, porque ahora tiene la idea de hacer inversiones grandes en el exanol, el sustituto del petróleo, entonces ve futuro a comprar tierras, sembrar maíz y convertir al maíz para capturar una parte importante del mercado de energía.

CI: Está superando a Benetton entonces.
JP: Sí, sí, incluso en la dinámica; si no tomamos simplemente una fotografía sino que miramos la trayectoria, es claro que las perspectivas del señor Soros están en ascenso.

CI: En lo que tiene que ver con la economía, siguiendo con Chávez y Venezuela pero sobre todo el petróleo, la OPEP, la reducción de la producción, el aumento de la producción, el precio del barril y un Ecuador que vuelve -aparentemente- a la OPEP. ¿Qué significa todo esto?
JP: Eso significa que los países petroleros van a tener más poder colectivo, incluyendo Ecuador y Angola ahora que es el segundo más importante productor y está pidiendo la entrada a la OPEP. Obviamente el control sobre la producción y el mercado y la influencia en el mercado de precios va a aumentar.
El otro día me entrevistó Bloomberg, que saca una publicación para el gran capital, y me preguntaba sobre las perspectivas en América Latina y decían qué pasa si baja el precio del petróleo. Yo les decía que están mirando el pasado, los ciclos de precios. Ahora hay nuevos determinantes y exigencias de China e India que van contra las tendencias cíclicas del pasado, que los pronosticos y proyecciones que hago yo es que no hay ninguna posibilidad -casi una en mil- de que el precio del petróleo baje por debajo de los cincuenta dólares por los próximos diez años.
Incluso en el corto plazo, en este próximo semestre creo que el precio va a subir hacia los setenta dólares, y a contramano el dólar va a caer. Porque finalmente la falta de producción manufacturera y el crecimiento del sector de bienes inmobiliarios están poniendo en cuestión toda la arquitectura del dólar, y en mi predicción puede subir a 140 por cada cien euros. Todo eso indica una debilidad, y con mucha cautela yo decía que el año 2007 va a ser un año recesivo, pero no va a afectar tanto el precio del petróleo porque la demanda en Asia sigue siendo fuerte.

CI: En lo político, en lo económico, en lo militar y en lo financiero ¿cuál puede ser la respuesta de la administración norteamericana ante este nuevo triunfo de Chávez que lo lleva hasta el año 2013 en el gobierno?
JP: Primero, yo creo que los instrumentos que han utilizado están muy desgastados, ya perdieron varios cientos de militares en el golpe del 2002, que ya están retirados o han sido expulsados. Han perdido el apoyo del sector empresarial porque hay que decir la verdad, hay un boom de ganancias en el sector privado, hay un boom en el consumismo, los restaurantes en los barrios ricos están llenos, en la clase media acomodada hay un aumento en casas y departamentos de lujo, hay 350 mil coches comprados cada año y hay colas esperando las últimas producciones
Entonces Estados Unidos ha perdido, si no el voto, por lo menos el apoyo de los sectores burgueses y pequeño burgueses que tenía antes, quienes votan por la derecha y ganan por la izquierda. Es una situación donde a EE.UU. le faltan los instrumentos de respaldo para lanzar una aventura golpista, y las capacidades de perjudicar a la economía a partir de huelgas patronales son casi nulas porque nadie quiere hacer huelga y ni los más fanáticos antichavistas van a perder ganancias de 30 ó 40 por ciento al año en un mercado de consumo creciendo a 10, 12 ó 15 por ciento por año.
Hay que tomar en cuenta que este aumento de estándar de vida no está afectando simplemente a los pobres sino que creo que casi desproporcionalmente está afectando a la clase media reaccionaria y a la gran burguesía. En esa situación, si hay un mínimo de racionalidad, EE.UU. va a esperar un tiempo, tratará de respaldar la unidad detrás de Rosales, imponer un poco de disciplina entre los ultras y los menos ultras, para que se pueda al menos hacer alguna oposición en el Congreso y en otros medios.
Esa es la situación. No digo paralización o neutralización total de EE.UU. pero sí falta de posibilidades de acción actual. Creo que eso es lo que hay y más que nada la debacle y el gran furor aquí sobre Irak también debilita las posibilidades de alguna acción desde afuera. Como la situación interna en EE.UU. es tan débil y la situación en Irak está desgastando al Gobierno, no creo tampoco en una intervención norteamericana al estilo de los marines en Panamá.

http://www.radio36.com.uy/
Extracto elaborado por La Haine.org

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