domingo, 12 de julio de 2009

SOBRE concierto de Madonna



Crónica extemporánea de un concierto tan codiciado


Por Nancy Ortiz


El concierto de Madonna representó toda una odissea para quien escribe, desde la adquisición de los codiciados boletos hasta la culminación del espectáculo.

En México se ofrecieron 2 conciertos en el foro Sol para 55000 personas cada uno. Después de 15 años sin visitar nuestro país dichos boletos se vendieron en 40 minutos. Los boletos más cargos por comisión e impuestos llegaban hasta la poco pagable cantidad de $4500 cada uno, pero en reventa alcanzarían la estratosferita cantidad de hasta $20000.




La gira Sticky & Sweet recaudó aproximadamente 280 millones de dólares alrededor de 17 países. Por algo Madonna es un ícono de lo material. Asistir a uno de sus concierto representa status, pertenecer a ese exclusivo grupo de gente que puede pagarlo y tiene la fortuna de estar ahí. Más que música ella representa belleza, eterna juventud, lo superficial y la transgresión de las normas con estilo y glamour. Madonna más que una artista me parece que es una construcción social. Es un invento de ella misma. Un invento que ha sabido mantenerse vigente en el gusto colectivo de la gente. Y lo ha hecho gracias, en parte, a ese concepto de exclusividad.





El concierto de Madona se vistió de rosa. El foro sol estaba lleno de chicas y gays. Este último grupo vistió los atuendos más estrafalarios y divertidos, algunos iban con trajes de novia, otros con botas vaqueras y sombrero texano color rosa, otros más con atuendos de cuero y detalles simpáticos.

Dentro del foro el ambiente era de fiesta, todos éramos amigos, cordiales y divertidos. Había chicos y chicas de toda la república mexicana e incluso de otros países que se habían dado cita sólo para ir al anhelado concierto.

El escenario era gigantesco, incluía una pasarela de donde salió una pantalla circular que subía y bajaba a capricho. El fondo del escenario eran 4 pantallas gigantes que podían conformar una sola o moverse en varias direcciones. Entre los recursos que sacó Madonna fue un Rolls Royce blanco, un trono, un grupo de gitanos, bailarines acróbatas, juego de luces y su poco impresionante solo de guitarra. Los conciertos de la diva son fantásticos, ofrecen un show sin precedente. Por algo sigue acumulando seguidores de todas las edades en todo el mundo. Incluso personajes de la farándula mexicana y extranjera estaban en primera fila coreando las canciones de la estrella.


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