lunes, 13 de julio de 2009

ENSAYO sobre mujeres y educación


EL PAPEL DE LA MUJER EN LA EDUCACIÓN

Manuel Hernández Pérez

Sociólogo e historiador de la Universidad Veracruzana



Para Jemyna Rueda,

Incansable educadora social



La mujer ha jugado un papel central en la historia de la humanidad, pero no se ha reconocido, de hecho en la historia escrita aparecen de forma marginal. Es una forma de negar la realidad existente, porque todos los datos nos comprueban que sin su trabajo, actividades, ideas aportadas y sobre todo su mirada y perspectiva, a nuestro mundo le faltaría algo esencial.


Sí, la mujer ha aportado cosas fundamentales para que este mundo se mantenga y siga caminando, es necesario reconocer y hacer visible la parte que aportan y que no aparece muchas veces en las estadísticas y análisis económicos.


En este espacio quisiera abordar la cuestión del papel de las mujeres en los procesos educativos y ofrecer algunos datos que nos den otra perspectiva y valoración del trabajo desempeñando por las educadoras de todo tipo, desde las que trabajan en las aulas, hasta aquellas que lo hacen desde sus hogares como amas de casa, que ayudan a sus hijos, familiares o vecinos a comprender los contenidos que son vistos en la escuela.


Ya desde tiempos pasados las mujeres mexicanas se han interesado y ligado al sector educativo, ya sea porque ese fue de los pocos espacios que se les dio para ejercer actividades distintas a las realizadas en sus hogares, ya “En 1890 se inauguro la escuela Normal para Profesoras, en el mismo edificio que albergaba la Escuela Nacional secundaria de Niñas, con el objetivo de preparar científicamente a las mujeres y acabar con la desigualdad. Dicho propósito impulsó a muchas a incorporarse a las tareas educativas y a emplearse como maestras. Para 1895, 51.3% de los maestros eran mujeres, y en 1910 el porcentaje había aumentado a 64.4%” (Ana Lau, 2009). La situación no ha cambiado mucho de aquellas épocas a la actualidad, pues quienes enseñan a nuestros hijos en las escuelas siguen siendo en su mayoría mujeres, en 2006 era el 62.9% del total de los docentes.

Las instituciones gubernamentales encargadas de la educación y los sindicatos ven a las mujeres maestras como simples empleados y los segundos como activos políticos para lograr los objetivos de los líderes.


“Como consecuencia de esta situación, el trabajo del maestro es actualmente objeto de una desvalorización social expresada en la falta de reconocimiento al contenido profesional de su trabajo” (Sandoval, 1997:269).


Si en el pasado el maestro (a) era considerado casi un héroe que llevaba los conocimientos a las clases depauperadas del país y que era el vehículo fundamental de la política educativa gubernamental, hoy día dentro del esquema neoliberal es considerado un burócrata que hace plantones, trabaja poco y no es funcional a los “nuevos modelos educativos de punta”

El resultado de esta visión es: “bajos sueldos, condiciones precarias de trabajo, ausencia de estímulos institucionales, exclusión de la planeación educativa; condiciones todas que actúan contra la pregonada profesionalización del magisterio” (Sandoval, 1997:270).


Al haber predominio de mujeres en el magisterio se crean imágenes muy ideologizadas que fomentan esta desvalorización. La actividad docente de las mujeres está llena de prejuicio sexual, ya que el trabajo femenino es considerado de menor importancia, por ello desde que el magisterio se feminizó se ha dado un mayor control por parte del gobierno y los sindicatos.


Creo que esta situación no debe ser vista con pesimismo, sino por el contrario debemos considerar que en las maestras y educadoras esta todo el potencial para el cambio y nuevas miradas sobre la escuela y los procesos educativos.


Al respecto el sociólogo francés Alain Touraine plantea que las mujeres habitan un universo coherente de representaciones y de prácticas que se orienta a la creación de si y a la recomposición de la sociedad, tienen una visión distinta a la de los hombres que al contrario conquistaron al mundo acumulando el poder económico y político en pocas manos, rediciendo a los demás habitantes de la sociedad (niños, mujeres, esclavos, trabajadores) a una posición inferior (Touraine, 2007).


Touraine también nos dice que la mujer deja para segundo plano la conquista del mundo y se concentra en la construcción de sí y por ello asumen de forma determinante el advenimiento de un universo de carácter cultural, donde existe la posibilidad de un nuevo orden de cosas. En este nuevo orden, las mujeres jugaran un papel central, ya que a diferencia de los hombres ellas tienen influencia y presencia tanto en el espacio privado como en el público, es decir las mujeres además de ser maestras, empleadas, obreras, políticas, también dedican tiempo al cuidado de sus hijos y de su hogar, en cambio la mayoría de los hombres sólo tiene presencia e incidencia en el espacio público, con lo cual se reduce su radio de transformación. Allí radica el potencial transformador de las mujeres y las maestras y educadoras tienen la posibilidad de cambiar el espacio privado de sus hogares y también el espacio público de las aulas y los procesos escolares.


El deseo de un cambio debe estar acompañado de acciones concretas en las aulas y en los procesos escolares para que una “sociedad nueva” sea posible, con más democracia e igualdad, no debemos dejar que “la conciencia derrotista” inunde nuestras mentes y corazones, hoy más que nunca debemos de tener esperanza en la educación como vehículo de cambio y desarrollo.


Revista Electrónica de Educación Año 5 No. 52 Julio-Agosto 2009

ESCUELA SECUNDARIA

www.escuelasecundaria.dnsalias.com

El Referente de la Educación Secundaria en México




Bibliografía


Lau Ana “Todas contra la dictadura: las precursoras” en Proceso Bicentenario 03 de junio 2009.


Sandoval Flores Etelvina (1997) “Mujer, maestra y sindicalista” en María Luisa Tarrés (compiladora) La voluntad de ser mujer en los noventas. COLMEX, México.


Touraine Alain (2007) El mundo de las mujeres. Paidós, España.


2 comentarios:

Nancy Ortiz dijo...

Cuando estudiaba la normal alguna vez compuse un reloj despertador y un conocido que estudiaba ingeniería en son de cumplido me dijo que tenía mente de ingeniero y que bien podía estudiar alguna ingeniería. El cumplido lejos de agradarme me ofendió y contesté que se necesitaba más que mente de ingeniero para educar, dije que estudiaba educación no porque no pudiera estudiar otra cosa, sino porque era lo que quería estudiar.

En ese entonces yo tenía que sortear bromas que en el fondo llevaban una connotación discriminatoria como que en preescolar se enseñaba plastilina I y plastilina II y bromas del estilo. Con el paso del tiempo esos conocidos que en realidad tienen una mente menos que ordinaria ahora ganan 4 veces más de lo que yo puedo ganar. Se que mi trabajo es más valioso, productivo, humanista y constructivo que el de ellos. Sin embargo, en el fondo también me queda una sensación de vivir en la injusticia todos los días.

Manuel Hernández dijo...

Quizás en ocasiones pareciera que el mundo no puede ser diferente, que aunque se luche en contra de la injusticia y lo que esta mal nada cambiará, pero creo que debemos seguir intentando tender puentes e imaginar otros horizontes como lo proponía Pablo Latapí Sarre recientemente fallecido. ël dedicó toda su vida a analizar elsistema educativo mexicano, lucho por cambiarlo, quizás no lo logró del todo, pero dejo sembrado un legado que lanza al futuro para que aquellos que buscan como él el cambio y la transformación de México puedan hacer uso de ese legado.
Siempre debemos ver hacia el futuro, con los pies sobre la tierra, pero no debemos dejarnos derrotar por aquellos que se creen los "amos del mundo" como los llamaba Pierre Bourdieu.