martes, 1 de julio de 2008

EXPERIENCIA de Fomento a la lectura


Libros del rincón: Una inspiración para escribir

Por. Nancy Alejandra Ortiz Ochoa

Educadora rural y alumna de la Lic. en Sociología

Universidad Veracruzana, SEA

Donde se quiere a los libros también se quiere a los hombres”

Heinrich Heine, escritor Alemán

La primera vez que recibí la colección de los Libros del Rincón hasta brinqué de alegría. En aquel entonces, mi jardín de niños era de reciente creación, rural, unitario, de bajos recursos y tenía muy pocos libros en mal estado. Lo confieso, no resistí la tentación, abrí la caja y leí los libros antes de presentárselos a mis alumnos.

Cuando llegué al salón con la caja, dije a mis niños (como solemos llamarles las educadoras) que lo que había en esa caja era una agradable sorpresa, algo muy bonito que nos serviría en nuestras actividades diarias.

Fui presentando uno a uno cada libro, mencionando el título, nombre del autor y un breve comentario sobre el contenido de cada uno. Los niños recibieron con igual entusiasmo la colección de libros: ¡Hasta aplaudían y gritaban cada vez que mostraba uno! Los hojearon, me pidieron que leyera algunos y desde entonces los hicimos parte de nuestra cotidianeidad.

Los niños se fueron familiarizando con los libros. Todos los días leíamos uno y los repetíamos cuando ya los habíamos agotado; ellos podían llevarlos a casa si se responsabilizaban del cuidado; creamos círculos de lectura donde una vez a la semana la mamá de cada niño leía un cuento; los niños también contaban cuentos a sus compañeros: pese a no saber leer, utilizaban las mismas palabras que los autores plasmaban en los libros.

Un día, platicando con ellos, se nos ocurrió hacer nuestros propios libros para acrecentar nuestra biblioteca escolar y así lo hicimos. El primero fue una antología de “terror”, pues a ellos les gustaban las historias, leyendas y relatos de “espanto” que se contaban en la comunidad.

Los niños con sus padres inventaron y recopilaron historias que contaba la gente. En clase leímos los relatos, platicamos sobre ellos y concluimos que las historias eran producto de la imaginación, que la gente las inventaba para divertirse y entretenerse. También hicimos un cuento de “terror” colectivo: cada niño inventó una parte de la historia y después la escribimos para incorporarla en la antología, ellos dieron rienda suelta a la imaginación, pues el cuento resulto ser realmente una “espeluznante historia de horror”. Como integrante del proyecto también tuve que darme a la tarea de escribir mi propio cuento.

Los padres escribían y se encargaban de dar la mejor presentación al escrito, la educadora lo corregía y los niños ilustraban los relatos. Los alumnos se encargaron de la encuadernación: había que pegar las hojas en cartulina, después las hojas de cartulina entre sí, adornar cada hoja, hacer una portada con título y nombre de los escritores, un índice, una introducción con el objetivo de la antología y conclusión a la que habíamos llegado. En fin, todo un trabajo en equipo, coordinado y entusiasta.

Desde entonces, cada año hacemos una antología diferente. El año siguiente nuevamente fueron historias de terror, pues el éxito de la antología pasada había sido tanto que los niños de la siguiente generación estaban enterados y querían hacer su propia antología. Después hicimos una de historias de amor, donde los niños contaban la manera en que sus padres se habían enamorado. También hicimos una más de anécdotas chistosas, la mayoría contó anécdotas familiares de situaciones cómicas y otra de historias reales de amistad. Ahora, los niños están tan acostumbrados a ver los productos de ellos y de sus compañeros que con mucha facilidad proponen hacer antologías con diferentes temas como recetas de cocina, versos, poemas, rimas, calaveras, etc.

Creo que los Libros del Rincón fueron la inspiración para que en mi jardín se inculcara el gusto por la lectura y escritura, aunque también es importante el interés que cada educador tiene al respecto, pues el gusto se contagia a los alumnos. Incluso el impacto se nota en los propios padres, quienes se van interesando por leer y comprender que la lectura es un hábito que nos debe acompañar por el resto de nuestras vidas, pues nos da herramientas para pensar y actuar mejor.

Estoy convencida que la lectura nos hace mejores ciudadanos y mejores seres humanos, pues alguien sensible a las letras es sensible a los problemas y situaciones que se presentan diariamente. La lectura forma personas tolerantes y respetuosas, pues aprendemos a escuchar y comprender lo que el otro tiene que decir. El ejercicio de lectura nos sirve para pensar con agilidad, encontrar mejores soluciones, dar más y mejores propuestas, pues se tiene una visión más amplia de las cosas, nos ayuda a expresarnos con claridad, a ordenar nuestras ideas, a relacionarlas con nuestra vida y a disfrutar más de ella.

comentarios vtereskova@hotmail.com
NOTA. el presente texto fue seleccionado para el 5º Encuentro Estatal de Docentes “Más allá de la lectura, está el compartir”, sobre experiencias con los libros del Rincón en la educación básica.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Nancy muy inspirador tu trabajo con la comunidad de niños, seguro estan muy felicies de tenerte por educadora, pues hay pocas muy pocas con iniciativa con la que tu transitas, es horabuena y felicidades por ser seleccionada despues de tanto esfuerzo ves que no es en vano tu excelente trabajo.
¡Nos sigue leyendo el mundo!!

Anónimo dijo...

Casualmente ayer envie un pequeño dicconario a mi angel que ya empieza a leer, adjunte esta nota:"Un libro es el mejor regalo que puedo darte;porque es la mejor herramienta, porque es la mejor arma y porque te permitira conocer verdaderos amigos"

Atte. El mesero de monterrey

Anónimo dijo...

Excelente, muchas gracias por compartir tu experiecia en este relato. Eres un ejemplo para la superacion, cuando menos de mi persona en cuestiones de un valor civico, etico y moral, al preservar sus leyendas y por vincular de esta manera tan sana, interesante, util para la comunidad y para la vida de los que la habitan.

Muchas garcias
Paz
Mucho exito

Anónimo dijo...

hola. Me parece fascinante tu experiencia. ¿Has pensado en publicar alguna de esas compilaciones?; me parece que sería motivante tanto para los niños autores como para quienes lleguen a leerlas.
He estado leyendo algunos de tus ensayos y artículos y me gustaría estar en contacto contigo e intercambiar correspondencia; tengo un proyecto de extensión educativa y cultural en el que me gustaría colaboraras.

Da un gran gusto conocer gente como tú.

iamleopoldbloom@live.com.mx

Anónimo dijo...

Para mi es un gusto muy especial leer este comentario sobre los Libros del Rincón. Saber que llegan a las escuelas, que se usan y se comparten es un gusto de gourmet. Para cambiar el mundo no se necesitan grandes acciones, leer y comaprtir lo leido, escribrir sobre lo leído y leérselo a alguien más ¿qué más? Gracias Nancy por compartir tu experiencia, Juan Joaquín Pereztejada

Anónimo dijo...

Hasta a mi me toco ir a leerles u cuento a los pequeñines de la cominidad... =) un abrazo!!

Bruno Ferreira dijo...

Qué experiencia tan significativa!!! La envidio, en verdad. El entusiasmo de los niños, la complicidad entre sus padres, tu aportación como instructora y motivadora. Ya quisieramos los citadinos de aquí y de allá, tener ese brillo de los espacios rurales.

Saludos!

Brunóf

Anónimo dijo...

AMIGA...QUE BONITO ES ENSEÑAR....Y MAS CON UNA EDUCADORA TAN INTELIGENTE Y CREATIVA COMO TU..CONOCIENDOTE DESDE HACE MUCHOS AÑOS Y CONOCIENDO PARTE DE TU TRABAJO ME HA DEJADO UNA FUERTE INSPIRACIÓN DE SEGUIR HALLANDO MUCHOS VALORES QUE SE HAN PERDIDO Y EL RESCATE DE LA LECTURA COMO TU LO MANEJAS ME HACE REFLEXIONAR HACIA NUESTRO TRABAJO, QUE BONITO ES CONTAR CON MENTES BRILLANTES COMO TÚ...ADMIRO DE NUEVO MUCHO TU TRABAJO CONTINUA ASI.....ATENTAMENTE KANAE GOJI J.

Manuel Hernández dijo...

Nancy, me parece muy interesante tu artículo, creo que si seguimos considerando a la educación como un espacio que debe formar parte del imaginario social de los alumnos tenemos mucho terreno ganado, porque por lo regular los profesores enseñan a los alumnos (en cualquier nivel) a repetir y apernder de memoria las cosas o se van al otro extremo los mandan a que aprendan todo en la internet, las dos posturas sólo crean gente incapaz de relacionarse y reconocer el mundo donde viven y como resultado nunca podrán resolver los problemas que les presenten.
Te platico que yo sólo tuve dos maestros durante la primaria, el profesor Luis Mina López me dio 1ro, 2do y 3ro y la maestra Raquel Torres 4to, 5to y 6to, ambos eran esposos, era la escuela José María Morelos y Pavón de la comunidad La Reforma del Muncipio de Zentla, estos dos maestros en toda la extensión de la palabra, lograron inculcar en nosotros basándose en lo que tenían a la mano, aquellas herramientas e instrumentos para enfrentar el mundo que ya en la década de los setentas se comenzaba a transformar aceleradamente, ellos nunca nos dijeron que la vida sería fácil, o que todo sería muy bonito por el hecho de estudiar o llegar a ser un profesionista, sino que nos ayudaron a ver el mundo de manera diferente, a no tener miedo a los problemas y a tener valor para enfrentarlos y que no por ser personas de una comunidad rural muy apartada en el estado de Veracruz eso implicará que no pudieramos llegar a "trinfar" en la vida. Ahora cuando hago una evaluación de mi historia personal, tomo aquella postura de Sergio Pitol, de reconocer que sin aquella educación que recibí en la infancia nunca hubiera podido conquistar y adaptarme en la "sociedad mayor" como dicen los antropológos refiriéndose a la sociedad urbana-occidental. Por ello estoy convencido que para que el país salga adelante también tiene que tomarse en cuenta al campo y sus habitantes, por ello creo que la labor que realizas tendrá sus resultados, eso no tiene precio (aunque suene cursi) y estoy seguro que tus pequeños alumnos siempre te lo recocerán, yo me sumo a éllos.